Así se cumplió lo dicho por el profeta Isaías: Señor, ¿quién ha creído a nuestro mensaje, y a quién se le ha revelado el poder del Señor?Juan 12:38.
Lectura: Juan 12:23-50.
Versículo del día: Juan 12:38.
MEDITACIÓN DIARIA
No todos reciben el mensaje del Señor. Pueden ver que el Señor los sana o saca de
problemas y aun así, sus ojos están vendados (v. 40). El grano de trigo tiene
que caer en tierra y morir para que dé fruto (v. 24). Muchos conocen al Señor, y empiezan a andar
con Él, pero ante los primeros tropiezos, abandonan el camino. Por otro lado, se está tan cómodamente
viviendo en pecado, que el ego no permite que se entrometan en ciertos
campos. Es como decirle al Señor: “Te
entrego mi vida, pero por favor no vayas a tocar mi área sexual, o la de mi
trabajo o bolsillo que significan tanto
para mí”. No; al Señor hay que rendirle
todas las áreas de la vida y la única manera es aprendiendo a morir al
pecado. El apóstol Pablo escribe: “¡Qué
tontería! Lo que tú siembras no cobra vida a menos que muera” (1 Corintios
15:36). Morir al orgullo, a la avaricia,
a la ira, al adulterio, a la embriaguez, etc. Hay que ir menguando para que el
Señor vaya creciendo y pueda hacer el trabajo regenerador en cada uno.
Amado Jesús: Gracias te damos por habernos concedido el favor
de conocerte y seguirte. Cuida nuestros
pasos para que no nos alejemos de ti y permitamos que cada día tu Santo
Espíritu continúe la obra que empezaste. ¡Tú eres fiel en completarla!
Un abrazo y bendiciones.
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