Entonces Jesús le dijo: Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí vivirá, aunque muera; y todo el que vive y cree en mí no morirá jamás. ¿Crees esto?Juan 11:25-26.
Lectura: Juan 11:11-44.
Versículos del día: Juan 11:25-26.
MEDITACIÓN DIARIA
La lectura nos habla de la resurrección de Lázaro, un amigo
de Jesús. Sus hermanas le mandan llamar; sin embargo, muere antes de su
llegada. Cuando aparece Marta le increpa: “si
hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto” (v.21). El Señor le contesta que Lázaro resucitará y
ella entiende que sí lo hará pero en el día final. Jesús le responde que Él es la “resurrección y la vida”.
El Señor vino a ofrecernos una vida rica y pura; una vida
completa porque el Señor Jesucristo es la vida en sí: “En Él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres” (Juan
1:4). Esa luz fue la que hecha carne murió y
resucitó por nosotros; y de ese mismo
modo, todos los que creemos, resucitaremos para tener una vida eterna: “vivirá aunque muera; y todo el que cree en
mí no morirá jamás”.
Dios es el dueño absoluto de la vida y así como el Padre
levanta los muertos, Jesucristo da vida a quien Él quiere (Juan 5.21). “Y si
el Espíritu de aquel que levantó a Jesús de entre los muertos vive en ustedes,
el mismo que levantó a Cristo de entre los muertos también dará vida a sus
cuerpos mortales por medio de su Espíritu, que vive en ustedes” (Romanos
8:11). El cristiano va a la fija, no
tiene pierde: seremos resucitados. Es
más; en esta vida terrenal muchas veces cuando la ciencia dice: “no”, el Señor
dice: “Sí”. Me explico: hay enfermedades
que pareciera terminaran en muerte, pero que son para la gloria de Dios (v. 4)
y yo puedo dar fiel testimonio de ello.
Tú, ¿crees esto? Reflexiona y decide en tu corazón si deseas
resucitar con Cristo o permanecer muerto tanto física como espiritualmente. Mi
oración es porque aceptes al Señor Jesucristo como tu Salvador personal.
Señor Jesús: Gracias por haber puesto tus ojos en nosotros
sin merecerlo. Gracias porque sabemos que en ti, están la resurrección y la
vida y lo creemos así. Permite Señor que quienes leen este devocional y no te
conocen puedan llegar a tus píes y gozar también de la vida eterna contigo.
Un abrazo y bendiciones.
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