Querido hermano, oro para que te vaya bien en todos tus asuntos y goces de buena salud, así como prosperas espiritualmente.  

 3 Juan: 2.

Lectura diaria: 3 Juan: 1-15.  Versículo principal: 3 Juan: 2.

REFLEXIÓN

¿Cómo no estar orando por tantas personas que a su vez lo han hecho por mí?  De verdad, que a todos ustedes los tengo en mi corazón y en mis oraciones porque estoy convencida que han sido los angelitos que Dios ha puesto a mi lado para ayudarme a sostener en oración y animarme en momentos de soledad.

Dios desea que todos sus hijos estén bien integralmente; esto es que todas las áreas de nuestra vida se encuentren armoniosamente y así como se prospera materialmente también se vaya creciendo espiritualmente.

Dice más adelante esta misma carta: “Querido hermano, no imites lo malo sino lo bueno.  El que hace lo bueno es de Dios; el que hace lo malo no ha visto a Dios” (v. 11).

Así que oro por ustedes que siguen mi devocional, por los que entran al blog y desde allí lo leen; por los que quizá hasta ahora lo ven; por los que han tenido muchas actitudes de cariño hacía mi y los que de una u otra manera han estado pendientes de mi salud y le pido al Señor que sus vidas se llenen de todo lo bueno que Él tiene para regalarles. 

Amado Señor: Tú más que nadie sabes cuántas personas no solamente han ministrado mi vida, sino me han ofrecido su tiempo, cariño y solidaridad.  Te pido por todas ellas para que las llenes de tu gracia y de tu paz, y permitas que día a día crezcan rodeados de tu amor.

Un abrazo y bendiciones.