sábado, 15 de septiembre de 2012

La amistad



En todo tiempo ama el amigo; para ayudar en la adversidad nació el hermano. 
Proverbios 17:17.

Lectura diaria: 1 Pedro 3:8-17.  Versículo del día: Proverbios 17:17.

REFLEXIÓN

Una buena amistad es uno de los mejores tesoros que se puede tener.  En alguna parte yo leía algo así como: “Si encuentras al verdadero amigo, retenlo; es una joya preciosa que hay que conservar”.
Los amigos verdaderos pueden estar tan lejos geográficamente como al mismo tiempo lo más cerca del corazón, porque la amistad no tiene distancias.  Hay que saber llevar una amistad porque no se puede abusar de ella; la prudencia debe reinar siempre: “No frecuentes la casa de tu amigo; no sea que lo fastidies y llegue a aborrecerte” (Proverbios 25:17).  Aparte de la prudencia también debe de existir mucha sinceridad y nada de hipocresía.  La lealtad es una de las principales características que sostiene una relación de amigos.  El amigo está presente en tiempos de angustia como en tiempos de felicidad; no es que al menor tropiezo se olvide de esa amistad y llegue incluso a traicionarla: “Un mazo, una espada, una aguda saeta, ¡eso es el falso testigo contra su amigo!” (Proverbios 25:18).
El Señor Jesucristo nos dejó el más claro ejemplo de amistad; nos llamó sus amigos y por esos amigos dio su propia vida.  ¿Tú estarías dispuesto a dar la vida por tu mejor amigo?  Valoremos las amistades que tenemos y como también se dice por ahí: “Los amigos no se gastan a menos que se los use”.  La verdadera amistad no se usa.  “Hay amigos más fieles que un hermano”  (Proverbios 18:24).  Si es necesario sufrir por hacer el bien,  no hay que dudarlo es preferible hacerlo, que por hacer el mal.

Señor: Hoy te pido por todos mis amigos y familiares que siempre me han demostrado su cariño y fidelidad.  Sobre todos ellos, derrama tus bendiciones de manera que sobreabunden en sus vidas.

Un abrazo fuerte de amor y amistad.

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