domingo, 2 de septiembre de 2012

Brillar en la oscuridad


Vivo en tinieblas, pero el Señor es mi luz.  
 Miqueas 7:8c.

Lectura diaria: Miqueas 7:1-20.  Versículo principal: Miqueas 7:8c.

REFLEXIÓN

Cada día se torna más difícil para el justo vivir en una sociedad  corrupta: “¡ya no hay gente honrada en este mundo!  Todos tratan de matar a alguien y unos a otros se tienden redes.  Nadie les gana en cuanto a hacer lo malo; funcionarios y jueces exigen soborno.  El mejor de ellos es más enmarañado que una zarza; el más recto, más torcido que un espino” (vv. 2b-4).
Lo cierto es que Dios que conoce todo este mundo de tinieblas, nos llama a nosotros, sus hijos a brillar en medio de la oscuridad.  Dice la señora Cynthia Culp Allen en uno de los devocionales de mi Biblia que las estrellas están ahí, arriba; pero las luces de la ciudad no nos dejan verlas porque las opacan.  Las ciudades con sus distracciones bloquean a Dios y así es.  No solo son sus distracciones nocturnas, hay tinieblas infortunadamente en todos los estamentos.  Ya no existe valor alguno por la vida y se mata por matar; se roba con arma punzante o con cuello blanco.  Se viola, se infama, y por dinero no importa hundir a quien sea y como sea.  Simplemente, vivimos en un mundo lleno de oscuridad.  Pero por misericordia de Dios y su gracia, ya somos parte de otro reino: el de luz; entonces: “Hagan brillar su luz delante de todos, para que ellos puedan ver las buenas obras de ustedes y alaben al Padre que está en el cielo” (Mateo 5:16).
Dios, que sigue esperando a que el pecador se enmiende, está listo con su amor y misericordia a llamar al arrepentimiento y como ora Miqueas al terminar su Libro, así también es mi clamor: “Vuelve a compadecerte de nosotros.  Pon tu píe sobre nuestras maldades y arroja al fondo del mar todos nuestros pecados” (v. 19 en la lectura).

Amado Señor: Permite que nuestra luz por tenue que sea, alcance para llevar un poco de calor y resplandor a tantos necesitados de ti.

Un abrazo y bendiciones.

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