Así dice el Señor Todopoderoso: Juzguen con verdadera justicia; muestren amor y compasión los unos por los otros.Zacarías 7:9.
Lectura diaria: Zacarías
7:4-10. Versículo principal: Zacarías
7:9.
REFLEXIÓN
A lo largo de toda la Biblia
vemos cómo insiste Dios por la justicia y la misericordia. Sin embargo, cada día se practican menos y
como todo lo demás, hasta se compra la justicia. Juzgar con verdadera justicia es lo que no se
hace. A Dios no le importan los golpes
de pecho y ni siquiera los ayunos programados, mientras que en el corazón solo
existe el deseo de hacer lo malo. El
Señor pregunta respecto al ayuno: “¿realmente ayunaban por mí?” (v. 5c). Recordemos que Él conoce los corazones y sabe
lo que existe en cada uno. Podemos
engañar a los nuestros, incluso a los líderes y pastores demostrando una
actitud falsa de piedad, pero a Dios, nadie lo engaña.
En Isaías nos habla algo
parecido: “El ayuno que he escogido, ¿no es más bien romper las cadenas de
injusticia y desatar las correas del yugo, poner en libertad a los oprimidos y
romper toda atadura? ¿No es acaso el
ayuno compartir tu pan con el hambriento y dar refugio a los pobres sin techo,
vestir al desnudo y no dejar de lado a tus semejantes?” (Isaías 58:6-7).
Si vemos también qué es lo que
pide y espera Dios de nosotros, ¿no es acaso hacer justicia y misericordia?
(Miqueas 6:8). ¿Por qué es tan difícil
ser justos y misericordiosos?
Personalmente creo que porque Satanás, el padre de la mentira, el ladrón
y burlador en lo que menos interesado está, es en que se proclame justicia y se
practique la misericordia. Pero nosotros
los creyentes, conocemos las Escrituras y decimos que amamos a Dios, entonces
seamos generadores de cambio empezando a practicar lo que Dios desea que realicemos.
Amado Señor: Enséñanos a actuar
justa y equitativamente en cualquier área que nos desempeñemos. También necesitamos aprender misericordia
porque en realidad este es el testimonio que nos identifica como verdaderos
cristianos. Instrúyenos con tu Palabra para
ejercitarnos en hacer tu voluntad.
Un abrazo y bendiciones.
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