lunes, 17 de septiembre de 2012

Mirar con los ojos de Dios



Entonces Eliseo oró: ‘Señor, ábrele a Guiezi los ojos para que vea’.  El Señor así lo hizo, y el criado vio que la colina estaba llena de caballos y de carros de fuego alrededor de Eliseo.  
 2 Reyes 6:17.


Lectura diaria: 2 Reyes 6:23.  Versículo principal: 2 Reyes 6:17.

REFLEXIÓN

Guiezi, el criado del profeta Eliseo se asustó cuando vio que los rodeaba un gran ejército sirio: “–¡Ay mi Señor! –exclamó el criado–.  ¿Qué vamos a hacer?  –No tengas miedo –respondió Eliseo– Los que están con nosotros son más que ellos” (vv. 15b-16).
¿Cuántas veces actuamos igual que Guiezi?  No miramos con los ojos de Dios, sino con ojos humanos y en momentos de debilidad y angustia es donde precisamente debemos aprender a poner la mirada en el autor y consumador de la fe: el Señor Jesucristo.  Esta fe es la que nos llevará a tener la certeza de lo que no se ve; como actuó Moisés al salir de Egipto sin tenerle miedo al rey: “pues se mantuvo firme como si estuviera viendo al Invisible” (Hebreos 11:27).
Creo que una fe inmóvil es la que nos llevará a mirar lo que no es como si fuera.  Una fe centrada en la Verdad que es su Palabra y cuando tenemos conocimiento de ella, nos quedará más fácil actuar por esa fe que nos motiva y no por vista.
La vida nos lleva a situaciones complicadas y difíciles; se nos presentan obstáculos que debemos superar y entre más oscurecidos sean los escenarios, mayor debe ser nuestra capacidad para mirar con los ojos de Dios lo que tenemos por delante.  La clave es no dejarnos vencer por la duda o la incertidumbre; continuar con pasos firmes sabiendo que es el Señor Jesucristo quien nos conducirá a un final feliz.

Amado Señor: Gracias porque siempre estás a nuestro lado apoyándonos y levantándonos.  Enséñanos a mirarte solamente a ti, de manera que no desviemos nuestros ojos hacia el mundo que nos aleja completamente de tus promesas.

Un abrazo y bendiciones.

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