Lo que ustedes deben hacer es decirse la verdad, y juzgar en sus tribunales con la verdad y la justicia. ¡Eso trae la paz!Zacarías 8:16.
Lectura diaria: Zacarías
8:14-17. Versículo principal: Zacarías
8:16.
REFLEXIÓN
Ahora que nuestra nación va iniciar
los diálogos de paz con la insurgencia, es de suma importancia que tanto de un
lado como de otro se hable con la verdad.
El pueblo colombiano tiene una luz de esperanza que no se puede dejar
caer por la mentira. Hay que abonarle al
presidente Santos el esfuerzo que está haciendo para que estos diálogos lleguen
a feliz término y oramos porque así sea.
La verdad no solamente la podemos
exigir del bando contrario. El gobierno y
los diferentes estamentos también deben entender que es necesario por ejemplo,
que en la Rama Judicial exista la verdad para administrar con verdadera
justicia; por lo cual es necesario que en estos diálogos como mínimo, los distintos
entes administrativos tengan voluntad de paz; porque de nada nos sirve concertar una paz y
que siga a borbotones fluyendo la injusticia social de la mano de la corrupción. En esta ola de violencia son tan culpables
los grupos alzados en armas como los políticos corruptos; unos y otros han
llevado a nuestro país al caos actual.
Mientras no se ande con la verdad, es difícil llegar a verdaderos
acuerdos que redunden en un mejor mañana lleno de concordia. Infortunadamente lo que menos vemos en los
señores del Congreso es veracidad: sus votos han sido recogidos sobre la
mentira y el soborno y lo que mal empieza, mal termina. Dios permita que sus corazones cambien.
Unámonos en oración para pedirle
al Señor que ponga en boca de los negociadores la verdad y solamente la verdad;
que se destruya todo poder de las tinieblas para que cese la mentira y en el
corazón del pueblo colombiano se construya una ola de confianza y seguridad.
Amado Señor: Con el poder que tú
nos das como hijos tuyos: destruimos, derribamos, rompemos, demolemos y
arrancamos toda artimaña de Satanás de mentira y orgullo que impidan una
concertación de paz. Nosotros damos fe
de que hemos creído en el Señor Dios Omnipotente, creador del cielo y dueño de
esta tierra también, y ahora levantamos, construimos y plantamos aquí, unos
diálogos cimentados en la verdad, el perdón y la reconciliación para bien de
nuestra patria.
Un abrazo y bendiciones.
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