martes, 8 de febrero de 2011

Bendecidos para bendecir

Por causa de José, el Señor bendijo la casa del egipcio Potifar a partir del momento en que puso a José a cargo de su casa y de todos sus bienes.
Génesis 39:5.


Lectura diaria: Génesis 39:1-23. Versículo para memorizar: Génesis 39:5.


ENSEÑANZA


Si somos luz en el lugar que Dios nos ha puesto para trabajar o estudiar, podemos estar seguros que los que se encuentren alrededor también serán bendecidos. “La bendición del Señor se extendió sobre todo lo que tenía el egipcio tanto en la casa como en el campo” (v. 5b). Por eso es tan importante orar por la empresa o institución donde nos desenvolvemos. Dios tiene en cuenta esas oraciones y a través nuestro puede hacer prosperar dichas entidades.

José fue vendido por sus hermanos a los madianitas quienes a su vez lo vendieron a un tal Potifar, alto funcionario del faraón en Egipto. A pesar de su adversidad, José practicando muy seguramente lo enseñado por su padre Jacob, jamás se apartó de Dios y se guardaba íntegramente para agradarle. En la lectura del día, podemos observar cómo la esposa de Potifar lo acosaba sexualmente y ante el rechazo del joven administrador, resolvió acusarlo injustamente ante su esposo y por este motivo fue a parar en la cárcel. Aún así, dice el versículo 23 que el Señor estaba con él y hacía prosperar todo lo que él hacía.


La lección para aprender es que tomemos conciencia de quiénes somos y entender que el testimonio nuestro es importante para bendecir el sitio de ocupación donde nos encontremos. Si nos comportamos rectamente, Dios bendecirá nuestras vidas y a la vez derramará también sus bendiciones sobre los demás. Somos bendecidos, pero con la misión de bendecir a otros.


Si es tu deseo comenzar una vida íntegra al lado de Jesús, te invito a orar así:


Señor Jesucristo: Reconozco que soy pecador y deseo comenzar una vida recta contigo. Ven a mí, perdona mis pecados y hazme la persona que quieres que yo sea. Gracias Señor por entrar en mi vida, por perdonarme y limpiarme y por darme todo el poder de tu Santo Espíritu, para ser testimonio donde me encuentre. En tu nombre Jesús, amén.


Un abrazo y bendiciones.

No hay comentarios: