lunes, 20 de diciembre de 2010

¡Solo tú Señor!

–Señor –contestó Simón Pedro–, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna.

Juan 6:68.


Lectura diaria: Juan 6:60-71. Versículo del día: Juan 6:68.


ENSEÑANZA


Como testimonio puedo decir que hubo una época de mi vida, donde ya conocía al Señor como mi salvador personal y sin embargo no me hallaba porque no concebía lograr la paz que necesitaba. En ese tiempo, tengo que decirlo, se cruzaban por mi mente mil pensamientos e incluso el de dejar el evangelio. Gracias a Dios el amor del Señor por sus hijos rescatados es más fuerte que el pensamiento humano porque sin proponérmelo, Dios utilizó a personas e inclusive desconocidas para mí, para demostrarme que era con su amor eterno (Jer. 31:3), con el que Él me había cautivado y me seguía fielmente así yo no quisiera ni me diera cuenta de ello. No era por mi fuerza o poder, o quizá por creerme muy buena o espiritual, simplemente era porque soy una oveja de su pequeña manada y su Palabra lo dice: “nadie podrá arrebatármelas de la mano” (Jn. 10:28). De este modo llegué a la conclusión que conociendo al Señor como ya lo conocía y sabiendo que no había otro camino para escoger, tenía que doblegarme y decirle muy sinceramente al igual que Pedro: “¿A quién puedo ir Señor, si solamente tú tienes palabras de vida eterna?” Tal vez, estás pasando por algo parecido: La soledad, el abatimiento, las dificultades diarias y la preocupación constante en tu vida, te hacen pensar que lo mejor sería tirar la toalla. Te invito a reflexionar y no permitirle al enemigo que siga sembrando la duda. El amor de Dios por ti es tan grande que no tiene límite alguno. Ni Mahoma, ni el hechicero, ni el brujo o agorero pueden ofrecerte lo que el Padre ya te entregó: el amor sublime de su mismo Hijo en propiciación tuya. Piensa entonces, ¿a quién más podríamos recurrir, si no es a Jesús de Nazaret? En toda jugada hay una sola que vale y en la de la vida es el Señor Jesucristo; no hay otra, ni igual ni parecida; es única.


Un abrazo y bendiciones.

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