jueves, 16 de diciembre de 2010

Hay que creer

–Vuelve a casa, que tu hijo vive –le dijo Jesús. El hombre creyó lo que Jesús le dijo, y se fue.
Juan 4:50.


Lectura diaria: Juan 4:43-54. Versículo del día: Juan 4:50.


ENSEÑANZA


Muy seguramente el hombre de nuestro relato, había sido informado por los habitantes de Caná de Galilea sobre Jesús y el milagro que había realizado allí al convertir el agua en vino. Quizá desesperado y poniendo su confianza únicamente en lo que Jesús podría hacer por su hijo, recurrió a Él. Su fe se basó solamente en lo que le informaron y resuelto fue a su encuentro. Nada más bastó una pequeña frase: “Vuelve a casa, que tu hijo vive”, para que aquel agobiado padre, diera la vuelta y se marchara. Pongamos ese ejemplo en nuestra vida diaria. Tal vez pensamos que el hombre tenía un buen antecedente para creer, pero ¿a diario nosotros no vemos la mano de Dios? Si hemos visto y oído tanto testimonio ¿por qué nos cuesta creer en el Señor y su Palabra? Desafortunadamente a los brujos sí se les cree y eso se ve a borbotones: cuando sale el agorero o adivino a pronosticar suertes y mandar a hacer tal o cual brujería, entonces, sí se cree y rapidito se obedece . Tenemos la tendencia a hacer lo malo y rechazar lo bueno. Siempre ha sido más fácil coger por el camino ancho que buscar el estrecho: “estrecha es la puerta y angosto el camino que conduce a la vida, y son pocos los que lo encuentran” (Mt. 7:14). La Palabra de Dios, está ahí escrita para los que la buscan; disponible para usarla y ponerla en práctica, solamente hay que creer que lo dicho en ella es verdad y nada más. Cuando ponemos la mirada en el autor y consumador de la fe (Jesucristo), empezamos a entenderla y discernirla. Si estás pasando por una situación crítica, de pronto una enfermedad grave, una crisis financiera o emocional, un hijo perdido, etc., es el momento de dar la vuelta a la hoja y creer firmemente lo que Dios nos dice. Su Palabra está llena de promesas y éstas son y amén “Todas las promesas que ha hecho Dios son “sí” en Cristo. Así que por medio de Cristo respondemos “amén” para la gloria de Dios (2 Co. 1:20). Esta es la fe que debe mover al cristiano. Te propongo empaparte más de la Biblia ya que la fe es por el oír y el oír por la Palabra de Dios (Ro. 10:17). Su Palabra es la respuesta a todo problema. Busca a Jesús en ella que Dios te traerá gozo y paz a través de su Hijo amado.


Un abrazo y bendiciones.

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