miércoles, 20 de octubre de 2010

El íntegro es acreedor de confianza

Son muchos los que proclaman su lealtad, ¿pero quién puede hallar a alguien digno de confianza?
Proverbios 20:6.


Lectura diaria: Proverbios 20:1-30. Versículo del día: Proverbios 20:6.


ENSEÑANZA


Dice el verso del día: ¿Quién puede hallar a alguien digno de confianza? Y más adelante: ¿Quién puede afirmar: Tengo puro el corazón; estoy limpio de pecado? (v. 9). El capítulo de estudio nos hace reflexionar sobre lo que hacen los pecadores: falsos y engañadores “pesas falsas y medidas engañosas”, “ganarse el pan con engaños (v. 10, 17, 23); Buscar las habladurías “el chismoso traiciona la confianza” (v. 19); mal hijo “Al que maldiga a su padre y a su madre, su lámpara se le apagará en la más densa oscuridad” (v. 20); vengador “Nunca digas: ¡Me vengaré de ese daño!” (v. 21); incumplidor de lo prometido “Trampa es consagrar algo sin pensarlo y más tarde reconsiderar lo prometido” (v. 25). En todos estos pasajes vemos que el corazón del hombre no destila sino maldad y que es bien difícil encontrar a la persona digna de confianza. Es que para ser acreedores a tan grande virtud, tenemos que aprender primero a ser totalmente íntegros en toda situación. No podemos pretender que alguien ponga su confianza en nosotros, mientras nos ve tramando mentiras, sobornos, falsedades, etc. Un caso patético sobre el tema es el presentado por los políticos en campañas electorales, se pintan como ovejas y resultan lobos feroces; desafortunadamente por eso es que nadie cree en ellos y si llegare una persona digna del cargo e íntegra ya no se le tiene en cuenta. ¿Queremos que en verdad los demás nos vean como hacedores de lealtad y que sepan que no los vamos a defraudar? Entonces, miremos bien por dónde vamos y cómo es nuestro andar cotidiano porque esto será lo que nos hará acreedores de confianza. Por eso se dice que si encontramos una persona con estas cualidades no la dejemos ir, pues es un valioso tesoro que hay que conservar.


Un abrazo y bendiciones.

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