sábado, 16 de octubre de 2010

Culminación del año con favores

Tú coronas el año con tus bondades, y tus carretas se desbordan de abundancia. Rebosan los prados del desierto; las colinas se visten de alegría. Pobladas de rebaños las praderas, y cubiertos los valles de trigales, cantan y lanzan voces de alegría.
Salmo 65:11-13.


Lectura diaria: Salmo 65:1-13. Versículos del día: Salmo 65:11-13.


ENSEÑANZA


Quizá le hemos pedido al Señor algo especial en este año y aún no lo hemos recibido. Sin embargo, no hay por qué desanimarnos. Cuando le presentamos al Señor nuestros proyectos (Pr. 16:3), dice que éstos se cumplirán. Entonces, no hay que desmoralizarnos. Para Dios no hay nada imposible y Él puede obrar incluso, en el último segundo. El salmista nos deja ver que en ocasiones el Señor no responde inmediatamente porque tal vez nos esté probando (Sal. 66: 10-11). Al final, como en el Salmo la oración sí es contestada, y nos prestamos a cumplir lo prometido. Es muy importante cuando hacemos promesas y votos al Señor no dejarlos de efectuar porque esto es una deshonra hacia Él. En la adversidad decimos palabras y prometemos un sin fin de cosas y después cuando ha pasado la tormenta ni recordamos lo dicho; a Dios le gusta tratar con gente agradecida y recta, así que inmediatamente después de recibir sus favores debemos voltear los ojos y presentarnos con lo ofrecido (Sal. 66:13). El año va en su décimo mes, no desmayemos y continuemos en la petición como nos lo dice Pablo: “No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias” (Fil. 4:6). Sigamos confiando y esperando en el Señor y que Él permita que el año culmine lleno de sus favores para unirnos en alabanza a los valles florecientes, cantando y lanzando voces de alegría.


Un abrazo y bendiciones.

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