jueves, 20 de mayo de 2010

Se me ha ordenado bendecir

Se me ha ordenado bendecir, y si eso es lo que Dios quiere, yo no puedo hacer otra cosa.

Números 23:20.

Lectura diaria: Números 23:13-26. Versículo del día: Números 23:20.

ENSEÑANZA

Voy a tocar un tema, espinoso para muchos pero que Dios puso en mi corazón hacerlo. Están rodando correos donde simplemente por fanatismo político se está diciendo lo contrario de candidatos como en el caso del Dr. Antanas Mockus. La verdad, no entiendo hasta dónde la Iglesia cristiana ha llegado a entrometerse tanto en la política, hasta el punto de llevar a sus fieles a que voten por un candidato. Éste episodio me recuerda algo insólito vivido en la ciudad de Valledupar en las elecciones de 1978, donde vi cómo entrelazados unos a otros, politiqueros de ese entonces, llevaban a los indios arhuacos hacia las urnas. La verdad, me pareció degradante. Sin embargo, ahora me da más tristeza, porque ni siquiera son politiqueros los que lo están haciendo, sino los líderes cristianos de las “megaiglesias” de Colombia, donde se quiere mostrar a un candidato como “santo” y al otro como “Satán”. Toda persona es libre de votar y votar por el que su conciencia le dicte. Vi toda la entrevista del “Programa de José Gabriel” con el Dr. Antanas y no encontré nada que me dijera que él es ateo o que estuviese negando a Dios (versiones editadas y malintencionadas sugerían lo contrario). Que como matemático le cuesta entender lo sobrenatural es lógico; sin embargo, dio el ejemplo de cómo encontró un libro que necesitaba urgente, dando a entender que había sido un hecho donde quizá aquello sobrenatural se le estaba revelando. Con este devocional no quiero incitar a nadie a que vote por mi candidato, el voto es demasiado personal como para meterme en eso, pero sí quiero sentar el precedente con esta interrogación: ¿A quién debo creerle más, a aquel que se aprovecha de las “megaiglesias” para ir a buscar votos, cuando jamás en su vida ha buscado de verdad a Dios? O a ¿aquel que no utiliza esa clase de clientelismo religioso porque su misma convicción de persona de bien no se lo permite? Sé que el Dr. Alvaro Uribe también hizo lo propio en su campaña por la presidencia y aunque tenemos que agradecerle muchas cosas en bien de nuestra patria, también tenemos que reconocer grandes fallas en su administración, pero también me pregunto ¿qué hizo por la Iglesia cristiana durante su periodo presidencial? No nos digamos mentiras; como dice Proverbios 20:9 “¿Quién puede afirmar: tengo puro el corazón; estoy limpio de pecado?” Por mi parte quiero a alguien en la presidencia diferente, con ideas renovadas y que logre conciliar en vez de prender más el fuego. Desde ya estoy orando al Señor para que sea la persona más idónea para Colombia y así suba el Dr. Santos, el Dr. Petro, o el Dr. Antanas mi obligación como cristiana será orar por él, como siempre lo he venido haciendo con el presidente de turno. Estoy llamada a bendecir y no a maldecir.

Un abrazo y bendiciones.

No hay comentarios: