Buscar la sabiduría

Y ahora, hijos míos, escúchenme: dichosos los que van por mis caminos. Atiendan a mi instrucción y sean sabios.

Proverbios 8:32-33.

Lectura diaria: Proverbios 8:1-36. Versículo del día: Proverbios 8:32-33.

ENSEÑANZA

¡Ah! Si fuéramos sabios no nos meteríamos en tantos problemas. Nos falta aprender más sobre este don especial que Dios nos pide buscar. No es solamente para gobernantes y reyes, es para todo el que desee poseerla; es tan benéfica que jamás nos hará daño alguno. Dice este capítulo de Proverbios que la sabiduría es la que nos da discernimiento, justicia y nos lleva a la verdad; es instrucción, conocimiento y discreción. El consejo y el buen juicio están en sus manos, como el entendimiento y el poder. La sabiduría aborrece el orgullo y la arrogancia, la mala conducta y el lenguaje perverso. Busquemos la sabiduría, porque vale más que las piedras preciosas y no se le compara ni aún con lo más deseable. La sabiduría nos lleva por caminos de rectitud y senderos de justicia. “Dichosos los que me escuchan y a mis puertas están atentos cada día, esperando a la entrada de mi casa” (v. 34). Hay que buscarla, como se busca a la plata y a un tesoro escondido (Prov. 2:4). Nosotros los llamados por Dios, “Cristo es el poder de Dios y la sabiduría de Dios” (1ª. Cor. 1:24). Si tenemos al Señor en nuestra vida, tenemos el poder y la sabiduría de Dios. Si creemos que nos falta, pidámosela al Espíritu Santo quien es el que da todo poder y a través de su plenitud nos llena con su fruto alimentándonos cada día y llevándonos a la sabiduría de Dios.

Un abrazo y bendiciones.