sábado, 15 de mayo de 2010

En todo tiempo, Él es digno de alabanza

Reconozcan que el Señor es Dios; él nos hizo, y somos suyos. Somos su pueblo, ovejas de su prado.

Salmo 100:3.

Lectura diaria: Salmo 100:1-5. Versículo del día: Salmo 100:3

ENSEÑANZA

Hoy más que nunca deseo alabar al Señor y reconocerlo como Dios, sabiendo que me cuidará como a una preciosa oveja a la cual no quiere que se lastime ni se le haga daño. Y no crean que le quiero rendir adoración y gratitud porque todo me está saliendo superbién, al contrario he ido aprendiendo poco a poco a través de mi vida cristiana, que lo mejor ante las situaciones embarazosas, es hacer un alto en el camino y dar rienda suelta a mi alabanza regocijándome porque aunque no lo crea con mi mente, el corazón entiende y sabe que su Palabra es inmutable y por consiguiente el Señor tiene el control de toda la situación. Es como algo así dicho por mi querida cuñada, que ha sido para mí más que una hermana: “Ante una eventualidad difícil, no baje la cabeza sino al contrario, ese día, vístase con los mejores trajes y demuestre la mejor sonrisa, esto la levantará”. Yo le agrego: “y como eres cristiana y crees en el Señor Jesucristo, dedícate a alabarle y regocíjate en lo que Él es y ha hecho por ti”. Este es el mensaje que les dejo: las adversidades no deben ser causa para estar encima de nuestra relación con Dios, y mucho menos llevarnos a la quejabanza o reproches. Sigamos adelante, sabiendo que el Buen Pastor, nos guiará por sendas de justicia por amor a su nombre.

Un abrazo y bendiciones.

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