viernes, 14 de mayo de 2010

La gracia sobre el pecado

Nosotros, que hemos muerto al pecado, ¿Cómo podemos seguir viviendo en él?

Romanos 6:2.

Lectura diaria: Romanos 6:1-14. Versículo del día: Romanos 6:2.

ENSEÑANZA

Las palabras del apóstol Pablo en el capítulo anterior que dicen: “Pero allí donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia” (Ro. 5:20), de ninguna manera hay que tomarlas en sentido personal porque si en verdad hemos recibido al Señor Jesucristo en nuestras vidas, su Santo Espíritu nos capacita con el dominio propio para cambiar el modo de vida. Recordemos que el Señor se hizo pecado por nosotros y todo su sufrimiento lo padeció con el único fin de regalarnos el perdón y por ende la vida eterna. Entonces, no podemos dejar que el pecado nos domine y seguir en las mismas andanzas de la vida antigua. “Por lo tanto, no permitan ustedes que el pecado reine en su cuerpo mortal, ni obedezcan a sus malos deseos” (v.12). Cuando nos enamoramos siempre queremos hacer lo mejor por nuestra pareja así nos tilden de “bobos”. Nuestra relación con el Señor Jesús debe de ser lo más importante en la vida de toda persona creyente, entonces, ¿por qué nos cuesta tanto hacer lo que a Él le agrada? Pablo nos exhorta a presentar los miembros del cuerpo como instrumentos de justicia para que el pecado no nos domine, puesto que estamos bajo la gracia de Dios (vv. 13-14). En nuestras manos está si queremos despreciar una salvación tan maravillosa, anteponiendo el pecado a la gracia, o si por el contrario nos sometemos a la dádiva de Dios que es vida eterna en Cristo Jesús, Señor nuestro (Ro. 6:23).

Un abrazo y bendiciones,

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