martes, 22 de diciembre de 2009

Muy buenas noticias

Pero el ángel les dijo: No tengan miedo. Miren que les traigo buenas noticias que serán motivo de mucha alegría apara todo el pueblo. Hoy les ha nacido en la ciudad de David un Salvador, que es Cristo el Señor.

Lucas 2:10-11.

Lectura diaria: Lucas 2:8-20. Versículo del día: Lucas 2:10.

ENSEÑANZA

Si comprendiéramos el verdadero sentido de la Navidad, seguramente no seríamos tan egoístas ni necios para vivir en armonía. La Navidad es ante todo amor, regocijo y portadora de las mejores noticias que jamás se hayan escuchado: el nacimiento del Salvador del mundo. “Noticias que serán motivo de mucha alegría” dice el Evangelio de Lucas. ¿Entiendes la magnitud de tan magnífico acontecimiento? ¿Crees de verdad que ese niño nacido en un humilde pesebre de Belén, es el mismo quien después padeció, murió y resucitó por ti? Pues si hasta ahora no lo entendías, mira, hoy es motivo de buenas noticias para ti. El Salvador de la humanidad, vino a rescatarte de las garras de la muerte eterna y a ofrecerte una vida diferente, una vida con propósito aquí en la tierra y una vida eterna donde ya no escucharás más lamentos ni lloros porque ese mismo Jesús, te enjugará cualquier lágrima que brote de tus ojos. ¿Maravilloso verdad? Permite que Jesús nazca hoy en ti y gózate con los ángeles de tan sublime misterio. Ellos alababan a Dios y decían: “Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz a los que gozan de su buena voluntad” (verso 14). La buena voluntad de Dios es que nadie se pierda sino que todos lleguemos a conocerle a través de su Hijo Amado, nacido de la virgen María hace dos mil años. Te invito a orar en conjunto: Dios Padre Celestial: Infinitas gracias te doy por ese regalo maravilloso que me enviaste. Nunca antes había entendido que ese hermoso niño era el mismo que sufrió maltratos e injurias por mí. Señor Jesús, abro mi corazón para que entres a mi vida y me transformes de acuerdo a tu buena voluntad; gracias por lo que hiciste por mi y gracias por darme la alegría de conocerte y tener la vida eterna. En tu nombre Jesús, amén. Sabes una cosa, al hacer una oración como esta, en el cielo también hay fiesta y los ángeles al igual que ese día del nacimiento de Jesús, también se están alegrando porque aquí en la tierra una nueva persona también ha nacido de nuevo para el reino de los cielos. ¡Felicitaciones por tan dichosa decisión!

Un abrazo y bendiciones.

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