jueves, 24 de diciembre de 2009

Hoy es navidad

Esto les servirá de señal: Encontrarán a un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre.

Lucas 2:12.

Lectura diaria: Lucas 2:8-20. Versículo del día: Lucas 2:12.

ENSEÑANZA

Navidad, época de amor, regocijo, paz, hermandad, fraternidad. Época para compartir, perdonar y ofrecer dadivas. Todo esto es lo que por tradición realizamos en esta fecha y virtudes o cualidades necesarias, pero que sin embargo, opacan el verdadero sentido de la navidad. No sólo es brindar buñuelos, natillas y regalos; es entender claramente el misterio asombroso de la llegada del Mesías. Entender que bajo su condición humana, sus atributos merecen todo nuestro reconocimiento. Jesús, desde su nacimiento se hizo humilde. En medio de pobreza y dificultades María no tuvo más remedio que recibirlo en un establo, lugar donde únicamente encontró algo de alojamiento. Él, el Rey de reyes y Señor de señores, llegó a este mundo acompañado solamente de sus padres y según la tradición una mula y un buey; todo esto lo vivió para darnos ejemplo y para que nosotros también aprendiéramos a vivir de acuerdo a lo que tenemos y recibir con sumisión y confianza las pruebas presentadas. Jesús es humilde por excelencia y por eso el Padre lo ha exaltado y esta misma humildad es la que requiere de todo cristiano. Hoy que es navidad, con humildad, regalémosle a Jesús el pesebre de nuestro corazón para que venga a morar por siempre en nuestras vidas. Orémosle así: Señor Jesús, así como naciste por mí en un lugar tan pequeño y pobre, hoy quiero ofrecerte mi corazón como pesebre para que nazcas en él. Ven a mi vida Jesús, perdona mis pecados y dame el gozo de la salvación. Gracias por recibir mi vida por perdonar mis pecados, y tenerte siempre conmigo. Deseo siempre ser humilde como tú para poder exaltarte y compartir con los demás tus bendiciones. En tu nombre Jesús, amén.

Un abrazo y bendiciones.

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