lunes, 28 de diciembre de 2009

La necesidad de confesar

Quien encubre su pecado jamás prospera; quien lo confiesa y lo deja, halla perdón.

Proverbios 28:13.

Lectura diaria: Proverbios 28:1-28. Versículo del día: Proverbios 28:13.

ENSEÑANZA

Dios en su Palabra nos enseña no solamente a confesar los pecados sino a dejarlos. La confesión implica dos cosas: el reconocimiento de Dios como el Ser Supremo, digno de gratitud y alabanza y contra quien al faltar el hombre peca; y el reconocimiento delante de Dios de la culpa de una infracción cometida, con miras a obtener el perdón. La versión Reina Valera es más diciente al respecto de este versículo ya que incluye la promesa: “más el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia”. O sea, hallamos el perdón por la infinita misericordia de Dios. Confesar nuestros pecados, como cristianos es una práctica necesaria y obligatoria que debe hacerse únicamente a la persona o personas ofendidas. “Por eso confiésense unos a otros sus pecados, y oren unos por otros, para que sean sanados” (Santiago 5:16). “Si confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad” (1ª. Juan 1:9). No dejemos que la relación con Dios se interrumpa por causa del pecado. A comienzos de mi vida cristiana me enseñaron algo que es provechoso practicar y es la respiración espiritual: botamos todo lo que nos esté contaminando (confesión) y tomamos nuevo aire (recibir perdón); así cada vez que nos damos cuenta que hemos cometido una infracción o desobediencia, realizamos este ejercicio y podemos proseguir la marcha sin ningún obstáculo que nos limite la comunicación directa con Dios. Como enseñanza, les invito a realizar esta sencilla actuación, seguro que será de gran provecho en el caminar cristiano.

Un abrazo y bendiciones.

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