miércoles, 23 de diciembre de 2009

La profecía cumplida

Porque nos ha nacido un niño, se nos ha concedido un hijo; la soberanía reposará sobre sus hombros, y se le darán estos nombres: Consejero admirable, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz.

Isaías 9:6.

Lectura diaria: Isaías 9:1-7. Versículo del día: Isaías 9:6.

ENSEÑANZA

El cumplimiento de la profecía es el resultado de la esperanza convertida en promesa. Si por alguna razón alguien duda de la fidelidad de Dios, a través de la Biblia puede cerciorarse que Dios jamás miente ni se arrepiente de sus palabras. “El pueblo que andaba en la oscuridad ha visto una gran luz; sobre los que vivían en densas tinieblas la luz ha resplandecido” (verso 2). ¿Está tu vida encerrada en un caos donde no percibes el menor rastro de luz y no sabes qué camino coger? ¿Tu desesperación llega al límite que no encuentras una ilusión ni deseo por el cual vivir? ¿Te sientes vacío por dentro y consideras que no vales nada? Déjame decirte que he conocido muchísimos casos parecidos y en el momento más crítico, Dios les rescató porque ese fue su interés al enviar a su Hijo al mundo. La misión del Señor Jesús, fue levantar al oprimido, velar por el desamparado y enfermo no sólo del cuerpo sino también del alma. Jesús es la luz del mundo y el que le sigue no andará en tinieblas (Juan 8:12). Hace muchos años escuché el testimonio de un hombre que había sido un completo matón y lo arrestaron. En esa celda oscura y pequeña el comenzó a llorar por su situación; se sentía demasiado solo y encima pecador como para pensar en que alguien pudiese tenderle la mano. Sumido en su tristeza y amargura de pronto observó que por una pequeña rendija entraba algo de luz, su asombro fue mayor cuando esa luz fue penetrando poco a poco hasta cubrir su calabozo y vio a Jesús que amoroso le tendía sus manos. ¿Te imaginas cuál sería su reacción? Cayó de rodillas, se arrepintió de toda su maldad y desde ese momento se prometió que si Dios lo sacaba de esa cárcel, se convertiría en un hombre que iría a llevar su testimonio a muchos que andaban en la misma situación. Este hombre, cuando estaba relatando lo sucedido, se levantó su camiseta para que comprobáramos los presentes el estado de su cuerpo debido a la cantidad de heridas causadas en su vida pagana. ¿Asombroso, verdad? Bueno, para ti también es esa luz que ilumina todo sendero por más tenebroso que parezca el camino. Dios nos ha prometido a través de su Hijo Jesús el perdón de pecados y la vida eterna y con su nacimiento su promesa se ha cumplido. El Señor no se te está apareciendo como a aquel hombre, pero Él utiliza muchos métodos para llegar a las almas perdidas y este mensaje puede ser uno de ellos. No le des más vueltas al asunto. Ríndete a sus píes. Te puedo ayudar con la siguiente oración: Amado Dios, hoy entiendo que soy pecador y que cumpliste la promesa de enviar un Salvador para rescate de la humanidad. Señor Jesús: mi vida es un desastre total, un caos completo donde no tengo paz ni bienestar, te la entrego para que hagas de ella de acuerdo a tu voluntad. Gracias por perdonar mis pecados y venir a morar conmigo. Gracias por darme todo el poder de tu Santo Espíritu y darme el gozo de la vida eterna, sé que de ahora en adelante te convertirás en mi Consejero admirable, en mi Dios fuerte, en mi Padre eterno y en mi Príncipe de paz y no tengo palabras para agradecértelo. Toma mi oración Jesús y gracias por escucharla. En tu nombre poderoso, amén.

Un abrazo y bendiciones.

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