lunes, 14 de diciembre de 2009

Confianza y bendición

Bendito el hombre que confía en el Señor, y pone su confianza en Él.

Jeremías 17:7.

Lectura diaria: Jeremías 17:5-8. Versículo del día: Jeremías 17:7.

ENSEÑANZA

No solamente hay que decir “yo confío en el Señor”. Hay que depositar toda la confianza en Él. Es decir, tener la esperanza firme y la seguridad total que Dios obrará con el perfecto amor que nos promete. Cuando actuamos de esta manera, llega la bendición; bendición que nos colma de bienes al punto que ni siquiera la sequía o las crisis mundiales nos toquen porque nuestro árbol (vida) estará plantado junto al agua donde sus hojas reverdecerán y no dejarán de dar fruto (verso 8). Este pasaje se asemeja al del Salmo 1:1-3 en cuanto el hombre bendecido no se deja guiar por hombres pecadores que lo conducen por sendas de maldad, sino que practica lo mandado por el Señor y se delita en Él día y noche. El necio, actuará de manera muy diferente; confiará en el hombre y se apoyará en sus propias fuerzas y convicciones, lo que le acarreará problemas porque todo se le convertirá en paja arrasada por el viento. Entonces, nosotros como cristianos debemos aprender a escudriñar la Palabra de Dios porque es ahí donde tendremos el mejor manual para proceder de acuerdo a lo establecido por nuestro Señor y gozar de los favores que tiene para sus hijos. Obremos como Dios desea que lo hagamos, pongamos nuestros deseos, anhelos, problemas e inquietudes bajo su altar y no tardaremos en ser bendecidos, bienaventurados o dichosos por forjar y acatar su voluntad.

Un abrazo y bendiciones.

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