miércoles, 30 de agosto de 2023

Recibiendo al Señor en tu vida por obra del Espíritu Santo

 

Todos fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en diferentes lenguas, según el Espíritu les concedía expresarse. 

Hechos 2:4. NVI.


Lectura: Hechos 2:1-11. Versículo del día: Hechos 2:4.


MEDITACIÓN DIARIA


Creo que el Señor nos muestra aquí, lo especial que es el Espíritu Santo para los cristianos. Él que es llamado también Consolador, Consejero, Abogado; es el que convence al mundo de pecado y quiere que recurramos a Él para ser salvos y llenarnos de su Presencia para que viva en nosotros (Hechos 1:8 y Gálatas 5:16-17). Entonces, en mi parecer y convicción, el Espíritu Santo nos puede dar la lengua que necesitemos en el momento que más lo necesitemos, con tal de que podamos llevar el mensaje de salvación del Señor Jesús. Hoy mismo, a esta hora en que estés leyendo este devocional, el Precioso Espíritu de Dios puede venir a ti para traerte paz y salvación. Y si a Él le parece puede darte una lengua desconocida para ti pero entendible en el reino de Dios.


Así que, si el Espíritu Santo ha tocado tu vida, sigue leyendo: “Esta es la palabra de fe que predicamos: que si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo.  Porque con el corazón se cree para ser justificado, pero con la boca se confiesa para ser salvo” (Romanos 10:8-10). Te invito a orar a Jesús así:


Señor Jesús: gracias por el Precioso Espíritu Santo que has dejado para convencerme de que te necesito porque soy pecador. Gracias por amarme y mostrarme que sin Ti no tengo salvación. Hoy decido confesar con mi boca y aceptarte como mi Señor y Salvador personal. Creo también que Dios te levantó de entre los muertos para darme una vida eterna a tu lado. Toma el control del trono de mi vida, perdona mis pecados y hazme la persona que deseas que yo sea. Gracias por perdonarme, limpiarme y permitir que tu Santo Espíritu me guiara en esta oración. En tu bendito Nombre Jesús con el poder de tu Santo Espíritu, te doy las gracias. Amén.


Un abrazo y bendiciones.

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