Entonces vino la palabra del Señor a Jeremías: Yo soy el Señor, Dios de toda la humanidad. ¿Hay algo imposible para mí?
Jeremías 32:26-27. NVI.
Lectura: Jeremías 32:26-44. Versículo del día: Jeremías 32:26-27.
MEDITACIÓN DIARIA
Esto es parte de lo que
el Señor le respondió a Jeremías cuando iba a entregar la ciudad de Jerusalén
en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, pero les dice también que los
reunirá de todos los países adonde los dispersó y así lo hizo. Después de miles
de años por fuera sin territorio alguno, en mayo de 1948, Israel volvió a ser
nación ante la mirada atónita del mundo, y ahora se levanta como una potencia
mundial.
Para el Dios de toda la
humanidad, no hay nada imposible. Créelo solamente y obtendrás tus peticiones.
Dios es el experto Médico, Abogado, Consejero, Padre eterno. Acude en tu
desilusión y agonía a Él. Es el mejor Papito del mundo y está listo para
escucharte y actuar por ti.
Amado Dios y Señor
nuestro: te damos gracias porque bien sabemos que Tú escuchas las peticiones de
los corazones sinceros y atribulados por diferente índole. Gracias porque para
Ti no existen los imposibles. Eres el mismo ayer, hoy y por los siglos y tal
como te manifestaste a tu pueblo Israel, lo sigues haciendo hoy con los Tuyos. Ahora
por medio de Jesucristo tu Hijo Amado somos miembros de tu familia, sacerdotes
a tu servicio, una nación santa y un pueblo que te pertenece, para que
anunciemos las proezas que realizas en favor nuestro. Gracias, muchas gracias,
bendito Dios.
Un abrazo y bendiciones.
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