Pero otras semillas cayeron en tierra fértil, y germinaron y crecieron, ¡y produjeron una cosecha que fue treinta, sesenta y hasta cien veces más numerosa de lo que se había sembrado!
Marcos 4:8. NTV.
Lectura: Marcos
4:1-20. Versículo del día: Marcos 20.
MEDITACIÓN DIARIA
El Señor enseña a la multitud
que se reunió alrededor del lago. Les enseñaba por medio de historias que
contaba en forma de parábolas como la de la lectura. El agricultor salió a
sembrar y a medida que esparcía la semilla, esta vino cayendo en diferentes
partes como al lado del camino, en tierra poco profunda y entre espinos. Todas
estas semillas no dieron fruto porque no cayeron en tierra productiva. ¿Pero
qué nos dice el versículo del día? Que otras semillas cayeron en tierra fértil
y éstas si produjeron buena cosecha.
De igual manera sucede con
la semilla de la Palabra de Dios regada. La únicas que darán buen fruto serán
las de la tierra fértil: “Y las semillas que cayeron en la buena tierra
representan a los que oyen y aceptan la palabra de Dios, ¡y producen una
cosecha treinta, sesenta y hasta cien veces más numerosa de lo que se había
sembrado!” (v. 20).
Amado Señor:
permite que, al esparcir la semilla de tu Mensaje, caiga en buena tierra donde
se esparza a diestra y siniestra para que sean muchos los que se encuentren
Contigo y hallen el camino a la vida eterna que Eres Tú. Gracias porque estas
semillas no se quedarán ahí; seguirán reproduciéndose para que el Evangelio de
las Buenas Nuevas se siga regando alrededor de toda la tierra y se produzca un
efecto multiplicador. Que todas estas cosechas sean para la honra y gloria Tuya
que Eres a quien le corresponde el honor y la victoria. Gracias, mi Señor. ¡Te alabo y glorifico bendito Señor y Dios!
Un abrazo y bendiciones.
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