Me di a conocer a los que no preguntaban por mí; dejé que me hallaran los que no me buscaban. A una nación que no invocaba mi nombre, le dije: ¡Aquí estoy!
Isaías 65:1. NVI.
Lectura: Isaías 65:1-5.
Versículo del día: Isaías 65:1.
ORACIÓN
Señor y Dios:
nosotros los gentiles, somos ese otro pueblo que búscate. Gracias por
permitirme ser parte de ellos; gracias por un día consentir que te conociera y
entrara a ser parte de tu reino. Y sí mi Señor, siempre has estado ahí,
diciéndome: ‘no temas, aquí estoy’. Es tan reconfortante y a la vez tan
gratificante sentir tu Presencia en mi vida. Saber que siempre estás a mi lado,
aunque no te vea. En ocasiones que he sentido mucho peso encima, me brindas tus
brazos para hacerme descansar. Otras, no te escucho y pareciera que te has
escondido o ido hacia otro lugar; sin embargo, me respondes muy quedo -no me
viste porque eran tantas tus cargas que te llevaba cargada conmigo-. ¡Esto es
mucho amor mi Señor! No vayas a dejar que me olvide de Ti ni de las proezas que
has realizado a lo largo de mi caminar. Quiero seguir viviendo a tu lado y
viéndote en el menesteroso, en el niño abandonado, en el enfermo y aun en la
alegría y el éxtasis al contemplar tu sol radiante, los pajaritos cantándote, o
al ver las garzas, paticos, iguanas y ardillas recorriendo los campos por donde
salgo a caminar. También te veo en la noche con la majestuosidad de una luna
llena engalanada en medio de un cielo estrellado, como solamente Tú lo supiste
crear. No sé si sentirme muy pequeña en medio de tanto bien diseñado para mí, o,
al contrario, sentirme grande e importante de saber que soy parte de todo ese diseño.
¡Eres Inmenso mi Señor! Gracias por mirarme con tanto amor y bondad. ¡Te amo
Dios y Señor mío!
Un abrazo y bendiciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario