martes, 20 de septiembre de 2022

Aprender a proseguir sin desmayar

 ¡Que den gracias al Señor por su gran amor, por sus maravillas en favor de los hombres! 

Salmo 107:8. NVI.


Lectura: Salmo 107:1-9.  Versículo del día: Salmo 107:8.


MEDITACIÓN DIARIA


El Salmo 106 nos habla de todas las caídas que tuvo Israel a pesar de demostrarles el Señor su gran amor y fidelidad, vez tras vez. Aquí en el 107, el Salmista los anima a que cuenten las maravillas que ha realizado con ellos y le den gracias.

En el comienzo de mi vida cristiana leyendo el Antiguo Testamento me daba mal genio ver la terquedad y desobediencia del pueblo de Israel siendo que el Señor abogaba siempre para sacarlos adelante. Poco a poco, el Espíritu Santo me ha ido mostrando que ahora somos o me pongo en primer lugar; soy exactamente igual. Veo una y otra vez las maravillas que el Señor ha hecho en mi vida y entiendo perfectamente de dónde me ha ido liberando y sacado adelante, sin embargo, vuelvo a caer en desconfianza; mi fe tambalea fácilmente e incluso también caigo tal como lo hacían los israelitas. A pesar de ello, le doy gracias a mi Señor porque vino a salvarme y a darme toda su gracia. Gracia que solamente demostrada en su amor, me lleva a no dejarme arrastrar por las cosas del mundo y me obliga para seguir de su mano.


Señor Jesús: no tenemos cómo darte las gracias por un día llamarnos y permitirnos vivir Contigo. Gracias porque viniste a morir en nuestro lugar solamente por amor. Amor sublime que no entendemos de lo mismo extraordinario que es. La salvación que nos has regalado ha sido inmerecida; a Ti no te importó que siendo tan pecadores fueras Tú quien pagaras todo el precio por nosotros. Por ese regalo inmerecido, por tu bendita gracia repartida enséñanos a andar Contigo y a vivir con el mismo amor que Tú nos diste, especialmente hacia el menesteroso que no te conoce y vive sin saber que Eres el Dios que salva y que sana. El Dios que provee lo necesario y está siempre presto a escucharnos y sacarnos nuevamente para proseguir a la meta. Gracias, muchas gracias bendito Señor y Dios. ¡Te amamos Señor!


Un abrazo y bendiciones.

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