Habla con libertad y cuenta lo que el Señor ha hecho contigo

Los justos verán estas cosas y se alegrarán. Los sabios tomarán todo muy en serio; verán en nuestra historia el fiel amor del Señor. 

Salmo 107:42a y 43 NTV.

Lectura: Salmo 107-1-43.  Versículos del día: Salmo 107:42a y 43.

MEDITACIÓN DIARIA

Cuántas veces pasamos por encima de una Escritura y no nos percatamos de lo que en verdad nos dice. Exactamente me sucedió con este Salmo. Hasta ahora entiendo por qué el Salmista lo empieza así: “¡Den gracias al Señor, porque él es bueno! Su fiel amor perdura para siempre” (v. 1). ¿A cuántos el Señor no nos ha rescatado? Miremos de aquí en adelante el Salmo y preguntémonos si ha sido así o no.

En la escasez, en la esclavitud del pecado, en la enfermedad, en desiertos largos y difíciles, en tormentas tenebrosas (vs. 9-29). Pero lo hermoso de todo esto, es que el Señor, al voltear los ojos hacia Él y clamarle pidiéndole socorro, el Señor responde y tal como lo hizo en otros tiempos y nos lo narra el Salmista, ahora lo sigue haciendo con nosotros. Exactamente ha sido nuestra vida, con dificultades que van y vienen, pero siempre hemos tenido al buen Dios de nuestra parte que con su gran amor nos libra de toda aflicción. En esta nuestra historia vemos el fiel amor del Señor, porque su fiel amor perdura para siempre. “¿Los ha rescatado el Señor? ¡Entonces, hablen con libertad! Cuenten a otros que él los ha rescatado de sus enemigos” (v. 2). Esto es lo que tenemos que hacer; no quedarnos callados de las maravillas que ha hecho en nuestras vidas.

Bendito Señor: gracias, muchas gracias por tu fiel amor que perdura para siempre. Tú Señor, el Dueño de nuestras vidas, el Dueño de los tiempos y el Dueño de todo cuanto existe en el universo entero. A Ti, hoy venimos porque Eres el Único capaz de detener la furia de los vientos huracanados y las tempestades borrascosas. Perdona Señor esta tierra, tanta abominación contra Ti y Tus preceptos; voltea Tus ojos para ver desde lo alto y oír el clamor de los que invocan Tu Nombre. Gracias, muchas gracias bendito Dios y Señor nuestro. Gracias porque tu fiel amor perdura para siempre.

Un abrazo y bendiciones.