lunes, 5 de septiembre de 2022

Señor: quiero volver a mi primer amor Contigo

Sin embargo, tengo en tu contra que has abandonado tu primer amor. ¡Recuerda de dónde has caído! Arrepiéntete y vuelve a practicar las obras que hacías al principio. 

Apocalipsis 2:4-5. NVI.


Lectura: Apocalipsis 2:1-6.  Versículos del día: Apocalipsis 2:4-5.


MEDITACIÓN DIARIA


Escuchando la canción ‘La niña de tus ojos’ de Daniel Calveti y en el estribillo que repite: ‘Te amo más que a mi vida, más’, reflexioné y me dije muy sinceramente dentro de mi corazón: -Señor: ¿si te amo más que a mi vida? O solamente lo digo por decirlo. Inmediatamente recordé lo que fue ese ‘primer amor’ con el Señor siendo yo jovencita, donde no me eximía de hablar sobre Él fuera donde fuera. Compartía a diestra y siniestra, incluso yendo en el autobús a mi trabajo, me paraba al frente y sin temor ni pena alguna empezaba a dar el mensaje de las Buenas Nuevas. Entonces, recordando esos tiempos, el Espíritu Santo me dijo: ‘has olvidado tu primer amor’. Y sí; me pregunto ¿por qué con el paso de los años, no volvemos a tener ese ímpetu de antaño, si el Señor es el mismo ayer, hoy, mañana y siempre? Somos nosotros los que vamos cambiando. Al comienzo no andamos con titubeos ni penas; nos lanzamos al ruedo, tal como lo hace un niño: habla y actúa con la mayor naturalidad. Entendí entonces, lo que es hacernos como niños (Mateo 18:3). Y dice también la lectura: “vuelve a practicar las obras que hacías al principio” (v. 5). Un reto.

Algo impactante: este devocional lo comencé ayer en la mañana antes de levantarme, porque lo de la canción fue el sábado. No fuimos a la reunión de la Iglesia puesto que mi esposo ha estado algo indispuesto. Entonces, escuchamos la predicación online y cuando Estefy empezó a cantar: ‘La niña de tus ojos’, me dije: -Señor me estás confirmando lo de ayer-. Para sorpresa mía, el pastor comenzó la predicación con un preámbulo donde hizo alusión a la misma parte de la canción que el Señor también me había mostrado: ‘te amo más que a mi vida, más’; y dijo algo parecido; lo diré parafraseando: -que si éramos conscientes de lo que decíamos al cantarlo-. ¡Woau! Exactamente lo mismo que me ocurrió a mí. Creo que definitivamente el Señor tiene su manera de hablarnos y hablarnos muy claramente. Para mí, esto es asombroso.


Amado Señor: Gracias porque es tu Santo Espíritu guiándonos a toda verdad y con su amor característico nos exhorta para que volvamos a ese primer amor que vivimos Contigo. Señor, dame el denuedo para compartir sin temor alguno. Deseo ser como lo es un niño y hablar las Buenas Nuevas de tu Evangelio. Los tiempos son difíciles y la gente está cada día más alejada de Ti. Enséñame a llevar tu mensaje de salvación por donde quiera que vaya para que muchos te conozcan y se refugien en tus brazos. Quiero repetir sin pensar a equivocarme que ‘te amo más que a mi vida’. ¡Mi vida es Tuya Señor!


Un abrazo y bendiciones.

No hay comentarios: