No lo hizo porque lo mereciéramos, sino porque ese era su plan desde antes del comienzo del tiempo, para mostrarnos su gracia por medio de Cristo Jesús.
2 Timoteo 1:10 NTV.
Lectura: 2 Timoteo 1:1-10. Versículo del día: 2 Timoteo 1:10.
MEDITACIÓN DIARIA
Así es; no merecemos
nada, pero su bendita gracia derramada a través del Señor Jesús es un amor, más
que inmerecido; Nuestro Inigualable Dios que no le importó darnos a su propio
Hijo para que a través de Él encontráramos la salvación. Si Dios no condiciona
nada, a nosotros nos corresponde hacerlo de la misma manera. Tal como lo dijo
nuestro Predicador ayer en la reunión de la Iglesia: nosotros, somos dados a
criticarlo todo. Cuestionamos la conversión de un cómico, un artista o una
persona importante porque no le creemos o porque simplemente lo hemos visto tan
pecador que cuesta creerle. ¡Grave error! ¿Acaso el Señor nos cuestionó a
nosotros cuando nos convertimos? ¿Acaso, nos consideramos ‘buenos’ al lado de
ellos? La Biblia dice lo siguiente: “No hay justo, ni aun uno; No hay quien
entienda, No hay quien busque a Dios. Todos se desviaron, a una se hicieron
inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno” y “por cuanto
todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios” (Romanos 3:10-12 y 23
RVR 1960).
Es más, ese ejemplo de
amor inmerecido es el que deberíamos de seguir y ofrecer al prójimo. Me hace
pensar esto en que, si vamos a dar algo, no es de lo que nos sobre; es aún de
lo que no tenemos. Si nos han ofendido, igualmente. No perdonamos después de
que nos hayan pedido perdón, hay que hacerlo antes. Todo, todo está basado en
el amor. Las Buenas Nuevas del Evangelio del Señor Jesús son amor.
Amado Señor:
gracias por enseñarnos a seguir el modelo Tuyo. Gracias por tu Palabra que es
Verdad. Queremos aprender a amar como Tú nos amaste; a perdonar como Tú nos
perdonaste; hacer compasivos con el menesteroso como Tú lo fuiste: Señor, Eres
el mejor ejemplo de la humanidad. Permite que de ahora en adelante nuestras
vidas sean para agradarte como es tu voluntad. Gracias, muchas gracias bendito
Señor y Dios.
Un abrazo y bendiciones.
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