¿Habré de rescatarlos del poder del sepulcro? ¿Los redimiré de la muerte? ¿Dónde están, oh muerte, tus plagas? ¿Dónde está, oh sepulcro, tu destrucción?
Oseas 13:14. NVI.
Lectura: Oseas 13:1-16. Versículo del día: Oseas 13:14.
MEDITACIÓN DIARIA
Y sí; la profecía se
cumplió: “El aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado es la
ley. ¡Pero gracias a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor
Jesucristo!” (1 Corintios 15:56-57). El Señor Jesús venció a la muerte cuando
resucitó y nosotros lo haremos de igual manera cuando el Señor venga por su
Iglesia en el arrebatamiento. Ahí se acabará de cumplir, lo dicho por Oseas. El
sepulcro, la tumba del Señor Jesús quedó vacía. Murió por nosotros y venció la
muerte. Venció la muerte para darnos su gracia sublime. “Y, si el Espíritu de
aquel que levantó a Jesús de entre los muertos vive en ustedes, el mismo que
levantó a Cristo de entre los muertos también dará vida a sus cuerpos mortales
por medio de su Espíritu, que vive en ustedes” (Romanos 8:11). ¡Gloria a Dios! Tanto
bien no lo merecemos y tampoco lo podemos despreciar. La victoria ya está
ganada.
En este tiempo difícil
para la humanidad, volteemos los ojos hacia Aquel que venció y vino a
redimirnos del pecado. Si estamos con Cristo tendremos la victoria ganada, de
lo contrario, es duro decirlo, pero solo les espera a los que no creen,
destrucción y desesperación eterna. Es hora de entregar tu vida a Jesús de
Nazaret. ¡Hazlo!
Señor Jesús: yo te
necesito, ven a mi vida y hazme de acuerdo a tu santa voluntad. Gracias por
perdonarme y limpiarme. Gracias por hacerme entender que venciste a la muerte y
resucitaré para estar Contigo en la vida eterna. Gracias, muchas gracias bendito Dios.
Un abrazo y bendiciones.
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