De la misma manera, también ustedes considérense muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús.
Romanos 6:11. NVI.
Lectura: Romanos 6:1-14.
Versículo del día: Romanos 6:11.
MEDITACIÓN DIARIA
Personalmente, creo que
no es tan fácil morir al pecado. Veamos el versículo siguiente: “Por lo tanto,
no permitan ustedes que el pecado reine en su cuerpo mortal, ni obedezcan a sus
malos deseos” (v. 12). Así es. Sin embargo, la naturaleza pecaminosa que
todavía está en nosotros, nos tira hacia el mundo y la carne que es tan débil
nos hace caer. Pablo también decía: “Yo sé que en mí, es decir, en mi
naturaleza pecaminosa no existe nada bueno. Quiero hacer lo que es correcto,
pero no puedo” (Romanos 7:18 NTV). Y eso nos pasa a todos. “Amo la ley de Dios
con todo mi corazón, pero hay otro poder dentro de mí que está en guerra con mi
mente. Ese poder me esclaviza al pecado que todavía está dentro de mí” (Romanos
7:22-23 NTV).
Tenemos que aceptar y
hacer lo que nos dice este apóstol, más adelante: “¡Gracias a Dios! La
respuesta está en Jesucristo nuestro Señor” (Romanos 7:25). Eso es; cogernos
fuertemente de nuestro Salvador: buscarle, hablarle y ante todo, darle la
espalda al pecado. Definitivamente, esto es una cuestión de decisión. Es vivir para
Cristo, así hacemos morir al pecado.
Amado Señor: por favor,
pon en estos, tus corazones, el deseo inigualable de decidir dejar atrás todo aquello
que no nos permite llegar en libertad, a tu Presencia. Queremos hacer tu
voluntad gran Señor. Pon tanto el querer como el hacer para que seamos de la
manera que Tú deseas vernos. Gracias buen Señor.
Un abrazo y bendiciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario