jueves, 5 de noviembre de 2020

Gracias por tanto amor recibido

¿Cómo podría yo entregarte, Efraín? ¿Cómo podría abandonarte, Israel? ¡Yo no podría entregarte como entregué a Admá! ¡Yo no podría abandonarte como a Zeboyín! Dentro de mí, el corazón me da vuelcos, y se me conmueven las entrañas”, 

Oseas 11:8. NVI.


Lectura: Oseas 11:1-11. Versículo del día: Oseas11:8.


MEDITACIÓN DIARIA


Yo creo, que eso es exactamente lo que el Señor piensa y actúa con cada uno de nosotros, cuando por más que vemos sus maravillas no le estamos siguiendo o nos encontramos renegando de Él. No nos acordamos cuánto nos ha amado ni cuánto ha hecho por nosotros. “Desde que Israel era niño, yo lo amé”; “Yo fui quien enseñó a caminar a Efraín; yo fui quien lo tomó de la mano. Pero él no quiso reconocer que era yo quien lo sanaba” (v. 3). ¡Oh Dios! Exactamente, nos has ido llevando de tu mano para que aprendiéramos a caminar Contigo y no desviarnos. Al comienzo nos dejamos guiar, pero a medida que pasan los años, creemos saberlo todo y empezamos a sondear otros caminos y a olvidarnos de tanto amor derramado. Por lo menos yo: ¡Cuánto bien ha hecho el buen Señor sobre mi vida y no lo he reconocido como debería de hacerlo! “Lo atraje con cuerdas de ternura, lo atraje con lazos de amor. Le quité de la cerviz el yugo, y con ternura me acerqué para alimentarlo” (v. 4). ¿Qué más podemos pedir? ¿Por qué somos tan desagradecidos y olvidadizos?


Amado Señor: no tenemos cómo darte las gracias por tanto bien recibido. Tanto nos amas que hasta sufres cada vez que no hacemos lo correcto y, sin embargo, tus entrañas y corazón se conmueven. Buen Señor, haznos reflexionar sobre todo lo que hemos recibido de tu parte. Pon un espíritu obediente para que hagamos tu santa voluntad y podamos saltar de gozo e ir a pregonar ante el mundo que Eres un Dios amoroso, fiel y perdonador. Gracias, gracias por tanto amor recibido.


Un abrazo y bendiciones.

No hay comentarios: