miércoles, 28 de octubre de 2020

¡Que vengan las pruebas!

 

El oro, aunque perecedero, se acrisola al fuego. Así también la fe de ustedes, que vale mucho más que el oro, al ser acrisolada por las pruebas demostrará que es digna de aprobación, gloria y honor cuando Jesucristo se revele. 

1 Pedro 1:7. NVI.


Lectura: 1 Pedro 1:1-12.  Versículo del día: 1 Pedro 1:7.


MEDITACIÓN DIARIA


El oro es procesado y refinado en hornos a altas temperaturas; solo así, podemos contemplar su dorada brillantez. De igual manera sucede con nuestra fe; a través de golpe en golpe se va purificando y afirmando. El rostro resplandecerá por la presencia del Gran Rey. Esa fe que resiste la prueba vale mucho más que el oro que se puede destruir, y será digna de aprobación, gloria y honor.

Así que no temamos pasar por diversas pruebas o dificultades porque al final obtendremos la victoria para la gloria de nuestro buen Dios. Seremos perfeccionados en el padecimiento. Si el Señor Jesús no hubiese padecido hasta ser clavado en una cruz, nosotros no tendríamos derecho a la salvación; todo su sufrimiento tuvo la gloriosa victoria de su resurrección y ahora podemos tener la certeza de que nos reuniremos con Él en la Patria Celestial. ¡Que vengan las pruebas porque nos afianzan la fe! No les tengamos miedo; alegrémonos cuando nos lleguen.


Amado Jesús: gracias porque muchas veces ante las pruebas renegamos y nos quejamos sin darnos cuenta de que estas nos llevan a ser firmes y auténticos Contigo. Gracias por tu Palabra que nos instruye y alimenta cada día para responder a tu santa voluntad. ¡Te amamos Señor!


Un abrazo y bendiciones.

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