El oro, aunque perecedero, se acrisola al fuego. Así también la fe de ustedes, que vale mucho más que el oro, al ser acrisolada por las pruebas demostrará que es digna de aprobación, gloria y honor cuando Jesucristo se revele.
1 Pedro 1:7. NVI.
Lectura: 1 Pedro
1:1-12. Versículo del día: 1 Pedro 1:7.
MEDITACIÓN DIARIA
El oro es procesado y
refinado en hornos a altas temperaturas; solo así, podemos contemplar su dorada
brillantez. De igual manera sucede con nuestra fe; a través de golpe en golpe se
va purificando y afirmando. El rostro resplandecerá por la presencia del Gran
Rey. Esa fe que resiste la prueba vale mucho más que el oro que se puede
destruir, y será digna de aprobación, gloria y honor.
Así que no temamos pasar
por diversas pruebas o dificultades porque al final obtendremos la victoria
para la gloria de nuestro buen Dios. Seremos perfeccionados en el padecimiento.
Si el Señor Jesús no hubiese padecido hasta ser clavado en una cruz, nosotros
no tendríamos derecho a la salvación; todo su sufrimiento tuvo la gloriosa
victoria de su resurrección y ahora podemos tener la certeza de que nos reuniremos
con Él en la Patria Celestial. ¡Que vengan las pruebas porque nos afianzan la
fe! No les tengamos miedo; alegrémonos cuando nos lleguen.
Amado Jesús:
gracias porque muchas veces ante las pruebas renegamos y nos quejamos sin
darnos cuenta de que estas nos llevan a ser firmes y auténticos Contigo.
Gracias por tu Palabra que nos instruye y alimenta cada día para responder a tu
santa voluntad. ¡Te amamos Señor!
Un abrazo y bendiciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario