Oigan cómo clama contra ustedes el salario no pagado a los obreros que les trabajaron sus campos. El clamor de esos trabajadores ha llegado a oídos del Señor Todopoderoso.
Santiago 5:4. NVI.
Lectura: Santiago 5:1-6. Versículo del día: Santiago 5:4.
MEDITACIÓN DIARIA
La lectura es una
advertencia a los ricos opresores. “Ustedes han llevado en este mundo una vida
de lujo y de placer desenfrenado. Lo que han hecho es engordar para el día de
la matanza” (v. 5). Tal vez se piensa que
Dios no se da cuenta de las injusticias que se cometen aquí en la tierra, pero
estamos equivocados. Es una falta gravísima tener trabajadores y no pagarles su
salario. Si la persona trabaja es porque lo necesita para su sustento y el de
su familia “El trabajador merece que se le pague su salario” (1 Timoteo 5:18).
¡Mucho cuidado! Dios no se queda con nada guardado sea malo o bueno.
Los ricos han vivido con
mucho lujo y se han dado la gran vida, mientras que el asalariado ni siquiera
puede contar con lo de su trabajo. ¡Dios santo! Nunca me había detenido a mirar
con otros ojos estas advertencias y de verdad que son bien fuertes. “¡lloren a
gritos por las calamidades que se les vienen encima!” (v. 1b). Cuántas veces
hemos visto que se condena e incluso se mata gente inocente para callarles la
boca, pero hay un Dios que todo lo ve y es a Él a quien hay que darle cuentas
de nuestras actuaciones.
Señor Jesús:
gracias porque Tú eres el Dueño de todo el oro y la plata del mundo. Señor,
enséñanos a ser generosos con lo que nos has dado, y justos con las personas
que nos brindan sus conocimientos y capacidades para laborar a nuestro lado.
Permite que el que tiene riquezas, las sepa administrar de tal modo que siempre
busque el bien del prójimo. Bendito Jesús, que persistentemente se piense en acumular
tesoros para el cielo, ya que los de aquí desaparecen como si les salieran
alas. Gracias Dios por escuchar nuestra oración.
Un abrazo y bendiciones.
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