sábado, 17 de octubre de 2020

Hay un Dios que todo lo ve

 Oigan cómo clama contra ustedes el salario no pagado a los obreros que les trabajaron sus campos. El clamor de esos trabajadores ha llegado a oídos del Señor Todopoderoso. 

Santiago 5:4. NVI.


Lectura: Santiago 5:1-6.  Versículo del día: Santiago 5:4.


MEDITACIÓN DIARIA


La lectura es una advertencia a los ricos opresores. “Ustedes han llevado en este mundo una vida de lujo y de placer desenfrenado. Lo que han hecho es engordar para el día de la matanza” (v. 5).  Tal vez se piensa que Dios no se da cuenta de las injusticias que se cometen aquí en la tierra, pero estamos equivocados. Es una falta gravísima tener trabajadores y no pagarles su salario. Si la persona trabaja es porque lo necesita para su sustento y el de su familia “El trabajador merece que se le pague su salario” (1 Timoteo 5:18). ¡Mucho cuidado! Dios no se queda con nada guardado sea malo o bueno.

Los ricos han vivido con mucho lujo y se han dado la gran vida, mientras que el asalariado ni siquiera puede contar con lo de su trabajo. ¡Dios santo! Nunca me había detenido a mirar con otros ojos estas advertencias y de verdad que son bien fuertes. “¡lloren a gritos por las calamidades que se les vienen encima!” (v. 1b). Cuántas veces hemos visto que se condena e incluso se mata gente inocente para callarles la boca, pero hay un Dios que todo lo ve y es a Él a quien hay que darle cuentas de nuestras actuaciones.


Señor Jesús: gracias porque Tú eres el Dueño de todo el oro y la plata del mundo. Señor, enséñanos a ser generosos con lo que nos has dado, y justos con las personas que nos brindan sus conocimientos y capacidades para laborar a nuestro lado. Permite que el que tiene riquezas, las sepa administrar de tal modo que siempre busque el bien del prójimo. Bendito Jesús, que persistentemente se piense en acumular tesoros para el cielo, ya que los de aquí desaparecen como si les salieran alas. Gracias Dios por escuchar nuestra oración.


Un abrazo y bendiciones.   

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