viernes, 23 de octubre de 2020

Ábrele a Jesús, la puerta de tu corazón

 A la verdad, no me avergüenzo del evangelio, pues es poder de Dios para la salvación de todos los que creen: de los judíos primeramente, pero también de los gentiles. 

Romanos 1:16. NVI.


Lectura: Romanos 1:8-17.  Versículo del día: Romanos 1:16.


MEDITACIÓN DIARIA


IImposible avergonzarnos de tanto bien recibido al conocer el Evangelio del Señor Jesucristo. Y así es exactamente: poder de Dios para salvación.

Por eso déjame decirte que Dios te ama tanto que no le importó dar a su propio Hijo para que viniera a pagar por tus pecados (Romanos 5:8). Muchas veces creemos que hay varios caminos para llegar a Dios Padre, pero no. La Biblia dice: “—Yo soy el camino, la verdad y la vida —le contestó Jesús—. Nadie llega al Padre sino por mí” (Juan 14:6), Jesús dijo ser el Único camino; por lo tanto, no hay otro. Mira, Jesús mismo llama a la puerta de tu corazón; si abres la puerta, Él entrará y cenará contigo (Apocalipsis 3:20). La decisión es tuya.

Quizá ya has probado muchas otras cosas en tu vida para llenar ese vacío que tienes; así que te invito a que pruebes la bondad y misericordia del Señor y le permitas demostrarte cuan grande es su amor por ti. Si ese es el deseo de tu corazón, te invito a orarle. Seguro que Él no te defraudará:


Señor Jesús: yo te necesito. Te abro la puerta de mi corazón para que seas mi Señor y Salvador. Toma mi vida; perdona mis pecados y hazme la persona que deseas que yo sea. Gracias por perdonarme, limpiarme y darme una nueva vida Contigo. Amén.


Un abrazo y bendiciones.   

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