Por eso yo, Nabucodonosor, alabo, exalto y glorifico al Rey del cielo, porque siempre procede con rectitud y justicia, y es capaz de humillar a los soberbios.
Daniel 4:37. NVI.
Lectura: Daniel
4:19-37. Versículo del día: Daniel 4:37.
MEDITACIÓN DIARIA
Siguiendo con
Nabucodonosor y su firmeza de alabar al Señor por su grandeza y poder. Después
de no creer sino en él, con su ego demasiado alto y que solamente lo que dijera
o hiciera estaba bien, Dios se le revela de una manera espectacular. Le habla a
través de Daniel, en la interpretación del sueño que tuvo.
Igualmente puede suceder
con nosotros. Yo creo que, así como Nabucodonosor al tener ese sueño se asustó y
buscó ayuda, cada uno, podemos en comunicación con Dios, presentarle una
petición de revelarnos lo que desea que hagamos o dejemos de hacer, de acuerdo
a la necesidad que tengamos. Seguro que nuestro buen Dios actuará.
Señor Jesús:
venimos ante Ti para exaltarte y adorarte como lo mereces. Gracias por perdonar
nuestros pecados y llevar bajo tu espalda todo el peso de las transgresiones
que no te correspondía cargar. Buen Señor, revela lo que deseas que hagamos
para exaltar y glorificar tu Nombre. Bien sabemos que no somos dignos de tanto
amor, pero confiamos en tu infinita misericordia y poder. Gracias por escuchar
nuestra oración. Gracias bendito Jesús.
Un abrazo y bendiciones.
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