Además, como estimaron que no valía la pena tomar en cuenta el conocimiento de Dios, él a su vez los entregó a la depravación mental, para que hicieran lo que no debían hacer.
Romanos 1:28. NVI.
Lectura: Romanos
1:18-32. Versículo del día: Romanos 1:28.
MEDITACIÓN DIARIA
En el devocional de ayer
hablaba sobre el poco conocimiento que tenemos de Dios y lo que Dios desea es
que lo amemos y reconozcamos como nuestro Gran Dios. El temor reverencial que
le debemos tener a Dios se basa en el conocimiento. Y como consecuencia de esta
falla, el hombre se desvió completamente; por lo tanto: “Ciertamente, la ira de
Dios viene revelándose desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los
seres humanos, que con su maldad obstruyen la verdad. Me explico: lo que se
puede conocer acerca de Dios es evidente para ellos, pues él mismo se lo ha
revelado. Porque desde la creación del mundo las cualidades invisibles de Dios,
es decir, su eterno poder y su naturaleza divina, se perciben claramente a
través de lo que él creó, de modo que nadie tiene excusa” (vv. 18-20). Ni
siquiera se acepta la obra majestuosa de su creación. Si nos damos cuenta,
ahora todo se basa en la energía o poniendo el universo por encima de Dios. Por
otro lado, las personas piensan que son en todo sentido autosuficientes y que Dios
es un mito o lo tienen quizá, pero en un segundo plano. “Por tanto, Dios los
entregó a pasiones vergonzosas. En efecto, las mujeres cambiaron las relaciones
naturales por las que van contra la naturaleza. Así mismo los hombres dejaron
las relaciones naturales con la mujer y se encendieron en pasiones lujuriosas
los unos con los otros. Hombres con hombres cometieron actos indecentes, y en
sí mismos recibieron el castigo que merecía su perversión” (vv. 26-27).
Dios exige toda nuestra
atención y adoración a Él. Cuando el corazón está endurecido sucede lo descrito
aquí en la lectura del día. Como conclusión, no es que los niños y niñas nazcan
con desviaciones contrarias a las que Dios les dio; esto es dado por el mismo
alejamiento del hombre hacia su Creador. Y cada vez se torna más profundo el
pecado porque no solamente se quieren destruir ellos, sino toda la base de la
sociedad que es la familia.
Oremos para que como dice
la misma Palabra: “mientras más pecaba la gente, más abundaba la gracia
maravillosa de Dios” (Romanos 5:20 NTV).
Amado Jesús:
perdona tanta transgresión por parte del ser humano. Te rogamos buen Señor
misericordia para nuestra tierra y permite que en medio de tanto pecado, tu
gracia maravillosa crezca. Enséñanos igual, a amar al pecador recordando que
para Ti todos los pecados son iguales y todos hemos pecado y te necesitamos
igual. Gracias bendito Señor por tu misericordia y amor incomparables. ¡Te alabamos
y te damos todo honor y gloria!
Un abrazo y bendiciones.
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