miércoles, 3 de junio de 2020

Su amor incondicional nos obliga


Hace mucho tiempo se me apareció el Señor y me dijo: Con amor eterno te he amado; por eso te sigo con fidelidad. 
Jeremías 31:3. NVI.

Lectura: Jeremías 31:1-6.  Versículo del día: Jeremías 31:3.

MEDITACIÓN DIARIA

¡Qué amor tan incondicional el de nuestro Dios! Nos parecemos mucho a Israel: obstinados, desobedientes, desagradecidos, idólatras, etc., y el Señor sigue velando por nosotros. Quizá al leer el Antiguo Testamento criticamos a Israel, sin darnos cuenta que ahora somos su pueblo y actuamos exactamente igual. Sin embargo, miremos lo que el Señor nos dice: “Con amor eterno te he amado; por eso te sigo con fidelidad”. Cambiemos el nombre de Israel por el nuestro; apropiémonos de su Palabra: “oh virginal Israel. Te edificaré de nuevo; ¡sí, serás reedificada! De nuevo tomarás panderetas y saldrás a bailar con alegría. Volverás a plantar viñedos en las colinas de Samaria, y quienes los planten gozarán de sus frutos” (vv. 4-5).
Una Palabra llena de promesas, que incluso, en este tiempo de adversidad, nos anima a continuar. A saber, que habrá un nuevo amanecer. Nuestro buen Dios nos levantará de nuevo y volveremos a ser como antes. El Señor nos da palabra de gozo y provisión. No dudemos de su fidelidad. Tanto amor incondicional nos obliga con Él.

Amado Señor: perdona tantas veces que te hemos abandonado y no hemos seguido de acuerdo a tu voluntad. Hemos sido también tercos queriendo seguir nuestro propio camino y olvidando el mucho bien derramado sobre nuestras vidas. Aun así, Tú nos muestras el amor verdadero. ¡Gracias, muchas gracias por tanto amor ofrecido sin merecerlo! ¡Tú Eres la razón de nuestro existir! ¡Te amamos bendito Señor!

Un abrazo y bendiciones.

No hay comentarios: