Clama a mí y te responderé, y te daré a conocer cosas grandes y ocultas que tú no sabes.
Jeremías 33:3. NVI.
Lectura: Jeremías
33:1-11. Versículo del día: Jeremías
33:3.
MEDITACIÓN DIARIA
El pueblo de Judá seguía pasando
por difíciles pruebas; estaban heridos de muerte porque Dios había retirado sus
ojos de ellos a causa de sus maldades. Sin embargo, Dios no se quedó ahí
pasmado. Les envió promesas de restauración y por eso les dice: “Clama a mí y
te responderé, y te daré a conocer cosas grandes y ocultas que tú no sabes”.
Esa es su misericordia; su amor inmutable que desea hacernos el bien, a pesar
de ser indiferentes. Él está dispuesto siempre: “Sin embargo, les daré salud y
los curaré; los sanaré y haré que disfruten de abundante paz y seguridad.
Cambiaré la suerte de Judá y de Israel, y los reconstruiré como al principio”
(vv. 6-7). Cambia el Judá e Israel por el tuyo o el de tu país, porque estas
promesas son para nosotros. “Se oirá de nuevo el grito de gozo y alegría, el canto
del novio y de la novia, y la voz de los que traen a la casa del Señor ofrendas
de acción de gracias y cantan: Den gracias al Señor Todopoderoso, porque el
Señor es bueno, porque su amor es eterno. Yo cambiaré la suerte de este país
—afirma el Señor— y volverá a ser como al principio” (vv. 10-11). Nuevamente
vuelve a repetir que todo volverá a ser como al principio. ¡Gloria a Dios!
He tenido en mi corazón
mucha carga por los Estados Unidos y la verdad es que me apropio de esta Palabra,
porque el Señor volverá a levantar a esta nación y será grande nuevamente. Con
acción de gracias volverá a cantar al Señor porque Él es bueno y su amor jamás
se agota. Es el momento de unirnos y clamarle por nuestras naciones. El Señor
responderá más allá de lo imaginado.
Señor Jesús: Tú
bien sabes lo que está ocurriendo a nivel mundial y cómo nuestros países se han
visto afectados en las diferentes áreas a causa de este virus y encierro
obligatorio. Señor, te pedimos perdón por los pecados cometidos; porque nos
hemos olvidado de Ti y hemos abandonado tus preceptos. Pero Tú nos dices que te
clamemos y nos responderás. ¡Sana nuestra tierra bendito Dios! De una manera
especial pongo ante tu Presencia a la nación de USA, a su presidente y mandatarios.
Creo en tus promesas; declaro y proclamo que esta nación volverá a sus
principios cristianos con los que fue levantada para la gloria y honra de tu
Santo Nombre. ¡Te damos gracias y cantamos jubilosos por tu poder y gloria!
Un abrazo y bendiciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario