Ruega para que el Señor tu Dios nos indique el camino que debemos seguir, y lo que debemos hacer.
Jeremías 42:3. NVI.
Lectura: Jeremías 42:1-22. Versículo del día: Jeremías 42:3.
MEDITACIÓN DIARIA.
Cuando fue tomada
Jerusalén por Babilonia, el rey de Judá que era Sedequías no creyó las palabras
de Jeremías de entregarse al rey de ese país y el Señor lo salvaría. A este rey
lo capturaron los babilonios, le sacaron los ojos y en su presencia degollaron a
sus hijos (Jeremías 38. vv. 5-7). Igual sucedió con Gedalías a quien el rey de
Babilonia nombró gobernador de las ciudades de Judá (Jeremías 40:5). Entonces, los
jefes militares y todo el pueblo tanto grandes como chicos se acercaron a
Jeremías a rogarle que intercediera a Dios por ellos y el Señor por medio del
profeta les dijo: “Si se quedan en este país, yo los edificaré y no los
derribaré, los plantaré y no los arrancaré” (v.10). El Señor les aseguró que
los levantaría y plantaría, pero ellos no escucharon, “Por lo tanto, sepan bien
que en el lugar donde quieren residir morirán por la guerra, el hambre y la
peste” (v. 22). Jerusalén cayó en manos de Babilonia y el pueblo fue cautivo.
Hay profecías que vienen para
nosotros de vieja data, pero no por esto podemos echarlas al viento. Vayamos a
la Palabra de Dios y creamos. Hay que ser sensibles a su voz y tener presente
lo que nos dice para estos tiempos. “El que tenga oídos para oír, que oiga” (Lucas
8:8).
Amado Señor: te
damos gracias por tu Palabra que es verdad. Tú nunca cambias y cumples lo que
prometes porque no mientes. Permite buen Señor que seamos susceptibles a escuchar
tus mensajes y obremos prudentemente de acuerdo a tu santa voluntad. ¡Te adoramos
Señor!
Un abrazo y bendiciones.
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