En esos días derramaré mi Espíritu aun sobre mis siervos y mis siervas, y profetizarán.
Hechos 2:18. NVI.
Lectura: Hechos
2:1-21. Versículo del día: Hechos 2:18.
MEDITACIÓN DIARIA
Pedro, el apóstol que
negó tres veces al Señor, después de haber recibido la llenura del Espíritu
Santo en Pentecostés (vv. 1-49, cambió totalmente y se dirigió a todos los que
estaban en Jerusalén junto a los judíos, y comenzó hablándoles sobre las
palabras proféticas de Joel (vv. 17-21). Profecía que bien puede ser para el
mundo actual. Así que no es de extrañarse, si escuchamos a un siervo del Señor
profetizar; a jóvenes o ancianos contar sus experiencias de visiones y de
sueños, porque ya está escrito. Teniendo en cuenta que la profecía es un
don y que Satanás lo puede copiar, nos queda precisamente llenarnos de la
presencia del Espíritu Santo y pedirle nos inunda con su fruto porque este sí,
no puede copiarlo el enemigo. Especialmente pidamos discernimiento porque nuestro
adversario, el diablo, va a aprovechar las circunstancias para hacer de las
suyas y engañar a muchos.
Unámonos en oración para que,
en nosotros, también llegue el Pentecostés y podamos ser verdaderos testigos de
la obra del Señor Jesús en cada uno.
Amado Señor Jesús:
te damos gracias porque Tú antes de partir al cielo nos diste la promesa de tu
Santo Espíritu, quien vendría no solo a acompañarnos sino a darnos su fruto.
Precioso Espíritu de Dios, ven llénanos de tu Presencia y concédenos poder
gozar de todo lo tuyo. En especial te pedimos nos des el dominio propio para
salir con amor a propagar el mensaje de las Buenas Nuevas del Reino Celestial.
También te pedimos discernimiento para conducirnos solamente en tu Verdad.
Gracias, muchas gracias buen Dios.
Un abrazo y bendiciones.
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