viernes, 14 de febrero de 2020

Siplemente tu amor es incondicional


A pesar de todo, Señor, tú eres nuestro Padre; nosotros somos el barro, y tú el alfarero. Todos somos obra de tu mano. 
Isaías 64:8. NVI.

Lectura: Isaías 64:1-12.  Versículo del día: Isaías 64:8.

MEDITACIÓN DIARIA

A pesar de  ser ingratos, desagradecidos y pecadores, nuestro Dios siempre vuelve por los suyos. Siempre actúa en favor de los que en Él confían (v. 4). Sí, definitivamente vivimos cayendo y como dice Isaías: “nuestras iniquidades nos arrastran como el viento” (v. 6), pero Dios nos demuestra su infinita misericordia: “A pesar de todo, Señor, tú eres nuestro Padre; nosotros somos el barro, y tú el alfarero. Todos somos obra de tu mano”. Sí, al ser tan inestables e inconstantes como somos, nuestro Padre tiene que actuar y empezar a moldearnos hasta ver que su obra va quedando como es su deseo. Y es esto lo que no entendemos o mejor, no queremos entender. Bien sabemos y somos conscientes que, si no estamos obrando de acuerdo a su voluntad, Él como buen Padre nos corrige y nos disciplina. Y claro, la disciplina duele. “No te enojes demasiado, Señor; no te acuerdes siempre de nuestras iniquidades. ¡Considera, por favor, que todos somos tu pueblo!” (v. 9).
Solo basta con voltear los ojos hacia nuestro Dios y recibir de Él su perdón. Definitivamente su amor es incondicional.

Sí, amado Señor: somos tu pueblo, tu nación santa. Somos las ovejas de tu rebaño; a veces perdidas, testarudas y porfiadas, pero tu amor y misericordia siempre están al lado nuestro para recordarnos que tu gracia es hasta el final. Gracias por tanto amor derramado. No existe un Dios como Tú. ¡Te amamos bendito Señor!

Un abrazo y bendiciones.

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