Una vez más Jesús se dirigió a la gente, y les dijo: —Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.
Juan 8:12. NVI.
Lectura: Juan 8:12-20. Versículo del día: Juan 8:12.
MEDITACIÓN DIARIA
Jesús, la luz del mundo. La luz que no se extingue; la que siempre permanecerá alumbrando el camino de los débiles, postrados, encarcelados o abatidos. El mundo vive generalmente en tinieblas, pero Él vino precisamente, por todos los que sin conocerle viven en oscuridad. “El pueblo que andaba en la oscuridad ha visto una gran luz; sobre los que vivían en densas tinieblas la luz ha resplandecido” (Isaías 9:2).
Si estás atrapado en el pecado, en
la enfermedad o en la soledad y no encuentras salida alguna porque te sientes
atado, busca esa Luz que es la única que puede sacarte hacia la luz. No temas, Jesús
está esperando por ti. Te invito a orarle a la Luz del mundo.
Amado Jesús: gracias te doy porque me has enseñado a verte como la Luz perenne que jamás se apaga y que ahora puede alumbrar mi vida. Gracias Señor por venir a mi corazón. Te la entrego para que hagas de ella de acuerdo a tu voluntad. Alabo y bendigo tu Santo Nombre.
Un abrazo y bendiciones.
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