jueves, 6 de febrero de 2020

A pregonar el año del favor del Señor


El Espíritu del Señor omnipotente está sobre mí, por cuanto me ha ungido para anunciar buenas nuevas a los pobres. Me ha enviado a sanar los corazones heridos, a proclamar liberación a los cautivos y libertad a los prisioneros, a pregonar el año del favor del Señor y el día de la venganza de nuestro Dios, a consolar a todos los que están de duelo, y a confortar a los dolientes de Sión. 
Isaías 61:1-3. NVI.

Lectura: Isaías 61:1-11. Versículos del día: Isaías 61:1-3.

MEDITACIÓN DIARIA

Esto no es más que otro llamado de los que el buen Señor sabe darnos, ya que es necesario dejar todo, cuando es Él mismo insistiendo para que le sirvamos como mensajeros de paz. Hay que llevar el evangelio de las buenas nuevas a los pobres; ir hacia ellos con el fin de llegar a los corazones maltratados y humillados; liberar a los que están cautivos, no solamente en una cárcel sino igual emocional y espiritualmente; a consolar a los que están de duelo y confortarlos. Estamos presos cuando nos encerramos en nuestro ego y ni siquiera podemos ver al prójimo pasando diversas necesidades e igualmente se siente encarcelado cuando caemos buscando otras doctrinas o dogmas que no nos dejan mirar más adelante y día a día van confundiendo nuestra fe.
Suelta tus cargas al Señor Jesús y conviértete en un embajador de la patria celestial.  Ve hacia otra persona y háblale de Cristo. Sé obediente a su mandato; el mismo Señor pondrá en tu corazón tanto el querer como el hacer por su buena voluntad (Filipenses 2:13), pero tú, ten la disposición para que empieces a ser un auténtico mensajero de paz. Que este año sea para pregonar el favor del Señor. Entonces podrás decir: “Me deleito mucho en el Señor; me regocijo en mi Dios. Porque él me vistió con ropas de salvación y me cubrió con el manto de la justicia. Soy semejante a un novio que luce su diadema, o una novia adornada con sus joyas” (v. 10). Sí; no hay satisfacción mayor que saber, estamos obedeciendo a nuestro Dios y Señor.

Amado Jesús: queremos ser auténticos mensajeros de paz e ir a pregonar a otros el año del favor del Señor. Permítenos llevar consuelo a aquellos que sufren; reconciliación a los que están ausentes o en rebeldía; compañía a los que se andan en soledad para que te encuentren a Ti; a los encadenados para que se sientan en completa libertad Contigo. ¡Te alabamos bendito Señor!

Un abrazo y bendiciones.

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