Antes de formarte en el vientre, ya te
había elegido; antes de que nacieras, ya te había apartado; te había nombrado
profeta para las naciones”. Jeremías 1:5. NVI.
Lectura: Jeremías 1:1-8. Versículo del día: Jeremías 1:5.
MEDITACIÓN DIARIA
Los caminos
del Señor son tan diferentes a los nuestros, que muchas veces, aunque no
queramos hablar de Él, no podemos evadir las situaciones y nos toca lanzarnos
sea como sea y estemos como estemos. Quizá no lo comprendemos. A mí me pasa
eso. A veces le digo al Señor: ¿por qué me pones a hablar? Sabes que por ahora
no lo creo conveniente ni merezco que me uses. Pero el Señor sigue insistiendo
y es Él mismo quien me arroja al ruedo. ¡Cómo decir que no, cuando estoy ya en
sus manos! ¡Cómo decir que no, si desde mucho antes de mi nacimiento ya me
había elegido!
Definitivamente
mi Señor me asombra cada día más con su amor por mí. Sé que, aunque yo quisiera
dejarlo algún día, no podré hacerlo porque me lleva grabada como un sello sobre
su corazón. “Fuerte es el amor, como la muerte, y tenaz la pasión, como el
sepulcro. Como llama divina es el fuego ardiente del amor” (Cantares 8:6).
Ninguna cosa creada me puede separar de su amor (Romanos 8:39). ¡En Él soy más
que vencedora!
Mi buen
Señor: gracias por tu amor tan incondicional. Gracias porque me conoces desde
siempre y sabes muy bien cómo atraerme cada día hacia Ti. Gracias porque hoy me
recuerdas que aun antes de nacer ya habías puesto tu mirada en mí. ¡Te alabo
Señor y bendigo tu Nombre! ¡No hay Dios como Tú! ¡Inigualable en misericordia y
poder!
Un abrazo y
bendiciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario