martes, 25 de febrero de 2020

Por tu amor inigualable soy más que vencedora


Antes de formarte en el vientre, ya te había elegido; antes de que nacieras, ya te había apartado; te había nombrado profeta para las naciones”. Jeremías 1:5. NVI.

Lectura: Jeremías 1:1-8.  Versículo del día: Jeremías 1:5.

MEDITACIÓN DIARIA

Los caminos del Señor son tan diferentes a los nuestros, que muchas veces, aunque no queramos hablar de Él, no podemos evadir las situaciones y nos toca lanzarnos sea como sea y estemos como estemos. Quizá no lo comprendemos. A mí me pasa eso. A veces le digo al Señor: ¿por qué me pones a hablar? Sabes que por ahora no lo creo conveniente ni merezco que me uses. Pero el Señor sigue insistiendo y es Él mismo quien me arroja al ruedo. ¡Cómo decir que no, cuando estoy ya en sus manos! ¡Cómo decir que no, si desde mucho antes de mi nacimiento ya me había elegido!
Definitivamente mi Señor me asombra cada día más con su amor por mí. Sé que, aunque yo quisiera dejarlo algún día, no podré hacerlo porque me lleva grabada como un sello sobre su corazón. “Fuerte es el amor, como la muerte, y tenaz la pasión, como el sepulcro. Como llama divina es el fuego ardiente del amor” (Cantares 8:6). Ninguna cosa creada me puede separar de su amor (Romanos 8:39). ¡En Él soy más que vencedora!

Mi buen Señor: gracias por tu amor tan incondicional. Gracias porque me conoces desde siempre y sabes muy bien cómo atraerme cada día hacia Ti. Gracias porque hoy me recuerdas que aun antes de nacer ya habías puesto tu mirada en mí. ¡Te alabo Señor y bendigo tu Nombre! ¡No hay Dios como Tú! ¡Inigualable en misericordia y poder!

Un abrazo y bendiciones.

No hay comentarios: