Porque para mí el vivir es Cristo y el morir es ganancia.
Filipenses 1:21. NVI.
Lectura: Filipenses
1:12-30. Versículo del día: Filipenses
1:21.
MEDITACIÓN DIARIA
Cuando se hacen las cosas
bien y para Dios, se tiene bien claro que si morimos va a ser para su gloria.
El apóstol Pablo tenía esa certeza y no le importaba estar preso porque bien
sabía que le era más importante el ministerio del Señor para el que fue llamado.
“Mi ardiente anhelo y esperanza es que en nada seré avergonzado, sino que con
toda libertad, ya sea que yo viva o muera, ahora como siempre, Cristo será
exaltado en mi cuerpo” (v. 20).
Pablo, sufrió muchas
adversidades durante su ministerio (2 Corintios 11: 23-ss), pero gustoso las
pasaba porque sabía en quién había creído y cuál era su misión o propósito aquí
en la tierra. Personalmente creo que, si nosotros tenemos bien definido nuestro
propósito en cuanto al llamamiento, tampoco nos afectarían las aflicciones que
se nos presenten: “Porque a ustedes se les ha concedido no solo creer en
Cristo, sino también sufrir por él” (v. 29 en la lectura).
Como discípulos de Cristo
tenemos que estar preparados para lo que se nos venga encima (2 Corintios
6:3-10). La verdad, es muchísimo mejor sufrir por causa del Evangelio que por
cualquier otra cosa; de esta manera sabemos también, la recompensa que nos
espera. Así que, si sufrimos, sea por
amor a Cristo Jesús.
Amados Señor: a
pesar de estar los tiempos como están, deseamos que pongas en cada uno de nosotros
el deseo de compartir de Ti. Si llegáramos a sufrir, hay una bendita esperanza e
igual que Pablo nos regocijaríamos al saber que esto es una ganancia plena,
allá en el cielo. ¡Gloria a Ti Señor!
Un abrazo y bendiciones.
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