miércoles, 9 de octubre de 2019

Mujeres: a obrar más con la razón


Todos los servidores de palacio asignados a la puerta del rey se arrodillaban ante Amán, y le rendían homenaje, porque así lo había ordenado el rey. Pero Mardoqueo no se arrodillaba ante él ni le rendía homenaje. 
Ester 3:2. NVI.

Lectura: Ester 3:1-15.  Versículo del día: Ester 3:2.

MEDITACIÓN DIARIA

Mardoqueo que era el primo de la reina Ester tenía muy claro que solamente debía postrarse ante el Rey Soberano y no ante un hombre igual a él. Claro que esta actuación no gustó para nada a Amán, quien tenía una posición elevada dentro del palacio real. Por esta razón fue a donde el rey Asuero e hizo que dictara una orden en todas las provincias del reino para aniquilar al pueblo judío. El rey atendió sus peticiones: “Entonces el rey se quitó el anillo que llevaba su sello y se lo dio a Amán hijo de Hamedata, descendiente de Agag y enemigo de los judíos” (v. 10). He aprendido con mi hijo Daniel Andrés, algo que nunca había tenido en cuenta y es que al acostarse Abram (Abraham), con Agag, la esclava egipcia de Saray (Sara) y haber quedado embarazada de Ismael, no solamente tuvo consecuencias inmediatas, sino que a través de los años continúa Israel viviendo las secuelas de aquel acto de desobediencia; todavía los pueblos árabes viven en guerra con él. Y lo más difícil de entender es que Abram lo hizo porque Saray en vista de no quedar embarazada, pensó que al menos por el lado de su esclava podría tener descendencia (Génesis 16). Definitivamente, nosotras las mujeres nos dejamos llevar más por las emociones que por la razón. Con Ester, nos damos cuenta que cuando obedecemos y esperamos, Dios actúa. Ester obedeció todo lo mandado por su primo-padre adoptivo y obtuvo bendiciones que más adelante seguiré narrando de este gran Libro que nos deja muy buenas enseñanzas.

Amado Dios: sé que hiciste a la mujer muy diferente del varón, pero también por esa diferencia muchas veces nos metemos en problemas serios por actuar más de acuerdo a los sentimientos que a la razón. Te ruego bendito Dios, nos des a todas las mujeres en especial a las que siguen este devocional, la certeza de que eres un Dios Soberano ante todo y que tengamos la capacidad de obrar con criterio propio y buena razón entendida, no solo con el corazón sino con nuestra mente racional. ¡Te adoramos buen Dios!

Un abrazo y bendiciones.

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