jueves, 24 de octubre de 2019

El Señor procede en el momento exacto a nuestro favor


Cuando entró Amán, el rey le preguntó: —¿Cómo se debe tratar al hombre a quien el rey desea honrar? Entonces Amán dijo para sí: ¿A quién va a querer honrar el rey sino a mí? 
Ester 6:6. NVI.

Lectura: Ester 6:1-14.  Versículo del día: Ester 6:6.

MEDITACIÓN DIARIA

Siguiendo con nuestro Libro de Ester, Amán, el oficial malvado del rey se creía tan importante que esperaba incluso que el rey lo exaltara. Pensando en esto, al preguntarle Asuero, “¿Cómo se debe tratar al hombre a quien el rey desea honrar?”, se imaginó que él sería el escogido y se lanzó a decir con lujo de detalles lo que le gustaría para engrandecerse. Resulta que el rey quería exaltar a Mardoqueo porque este le había salvado la vida cuando unos eunucos tramaban asesinarlo. Nada más y nada menos que a Mardoqueo, que era la persona a quien Amán quería colgar en la estaca que había mandado hacer (vv. 1-9).
Así que el rey le ordenó al mismo Amán ir por Mardoqueo y rendirle todo lo que había añorado para él (v. 10). Le insistió: “No descuides ningún detalle de todo lo que has recomendado”. Definitivamente: ‘nadie sabe para quien trabaja’, dice el dicho.
Dios respaldó a Mardoqueo e igual puede hacerlo con cada uno de nosotros. Solamente tenemos que disponernos en sus manos y dejar que Él actúe. El Señor es fiel y misericordioso. Es el mejor abogado, médico y consejero. No hay la menor duda de que procede en el momento preciso.

Amado Señor: gracias porque, aunque a veces creemos no verte, siempre estás ahí dándonos tu mano prodigiosa y levantándonos para demostrar al mundo que somos tuyos y te interesas por cada uno de nuestros asuntos. Gracia bendito Señor; muchas gracias.

Un abrazo y bendiciones.

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