sábado, 19 de octubre de 2019

Dios tiene en cuenta nuestras peticiones


Amán salió aquel día muy contento y de buen humor; pero, cuando vio a Mardoqueo en la puerta del rey y notó que no se levantaba ni temblaba ante su presencia, se llenó de ira contra él. No obstante, se contuvo y se fue a su casa. 
Ester 5:9-10. NVI.

Lectura: Ester 5:1-14.  Versículos del día: Ester 5:9-10.

MEDITACIÓN DIARIA

En la historia de Ester se encuentra un oficial del rey Asuero llamado Amán, quien era malvado y quería destruir al pueblo judío. Mardoqueo, el tío-padre adoptivo de Ester, no le rendía pleitesía y por lo tanto no se levantaba ni temblaba ante él. Esto enfureció a Amán y mandó colocar una estaca de veinticinco metros de altura para colgar en ella a Mardoqueo (vv. 9-14).
Lo que no sabía Amán, era que la reina Ester de procedencia judía, después de ayunar por tres días, se había presentado ante el rey para abogar por su pueblo y habiendo hallado gracia delante de él, le pidió que asistiera a un banquete en su honor junto con Amán. El rey le preguntó a Ester cuál era su petición, pero ella no le dijo nada respecto a Amán. (Recordemos que sería revocar lo que Amán había dictado para la exterminación del pueblo judío). Solamente volvió a pedirle que asistiera a un nuevo banquete que ofrecería al otro día, e igual, fuera con Amán y allí le daría la respuesta (vv. 1-8).
Miremos las patrañas de la maldad de Amán: prepotente, racista, orgulloso; quería ser exaltado y por lo tanto se vanagloriaba de su posición en el palacio. Es interesante y revelador para nosotros los cristianos, ver cómo el Señor actuó en favor de Ester y de la petición que ella le iba a hacer. Dios actúa cuando nos volcamos hacia Él con corazón sincero. Es una muestra de contestación a un ayuno y oración. “Pidan y se les dará” (Mateo 7:7). Fijémonos que no solamente fue esto, sino que estuvo presente la decisión de la reina Ester, de interceder ante el rey por los suyos. Vale la pena decir cómo me enseñaron en mi antigua Iglesia: ‘oracción’; esto es orar y actuar.

Amado Señor: gracias por tu Palabra y por todo lo que nos enseñas día tras día. Permite que en cualquier escenario en que nos encontremos y tengamos dificultad alguna, logremos tener la templanza necesaria para enfrentar los obstáculos y poder ser de testimonio para otros. Gracias porque Tú estás a nuestro lado y Eres quien abogas por nosotros. ¡Te alabamos bendito Señor!

Un abrazo y bendiciones.

No hay comentarios: